El Porsche 928 es el auto que necesitas para ser Tony Montana en la vida real
Este Porsche es un ejemplo de lujo y elegancia que atraviesa más allá de la gran pantalla. Fotografía: Freepik

Existen vehículos que se convirtieron en leyenda. En íconos de lujo, potencia y elegancia: el Porsche 928 es uno de ellos. Pensar en este modelo de auto transporta, casi de forma inevitable, al mundo de Tony Montana, el legendario Scarface y a su atmósfera de poder y ostentación. Vanguardista en su diseño y con ingeniería de avanzada el Porsche 928 era el vehículo ideal para el personaje que encargó Al Pacino.

En efeco, el genial personaje de la película de 1983, encuentra en el Porsche 928 el auto perfecto para recorrer las calles de Miami en busca del “sueño americano”.

El Porsche 928 no es sólo un automóvil; es una declaración de intenciones, tal como se ve en esta clásica película con Al Pacino. Fotografías: captura de pantalla

Las características únicas del Porsche 928 que acompañó a Tony Montana

El Porsche 928, lanzado en 1978, fue un vehículo revolucionario en la historia de la marca. Su diseño ligero, que incorporaba aluminio en las puertas, el spoiler delantero y el capó, marcó una diferencia significativa respecto a otros vehículos de su tiempo.

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Este enfoque en la construcción ligera no solo mejoró su rendimiento, sino que también reforzó su estética aerodinámica y agresiva, una combinación perfecta para quien desea proyectar poder y sofisticación, tal como lo haría Tony Montana.

Con su diseño innovador, su potencia impresionante y su asociación con figuras de la cultura popular como Tony Montana, este coche es perfecto para aquellos que buscan vivir la aventura. Fotografía: Porsche

Detrás de los paragolpes de plástico del 928 se encontraban perfiles de aluminio capaces de soportar impactos a velocidades de hasta 80 km/h sin sufrir daños, lo que añadía una capa adicional de seguridad a su diseño. Las ópticas principales, redondas e integradas en el spoiler, se abrían eléctricamente hacia arriba, lo que contribuía a su aspecto futurista y distintivo.

Su parte trasera, dominada por una luna amplia en el capó, mantenía una línea aerodinámica que se completaba con un eje trasero innovador, conocido como el eje Weissach, que mejoraba la estabilidad y seguridad del vehículo.

El motor V8 refrigerado por agua del Porsche 928, con cilindros dispuestos en un ángulo de 90°, fue otro de sus aspectos más destacados. Inicialmente, la cilindrada del motor era de 4,5 litros, pero se amplió hasta 5,4 litros en modelos posteriores. Este potente motor, combinado con el principio de transmisión Transaxle, ofrecía un rendimiento excepcional que convertiría cualquier trayecto en una experiencia de conducción inolvidable, digna de un personaje como Montana.