Los Juegos Olímpicos de Invierno inspiran este nuevo reloj de Omega

Omega —cronometrador oficial de esa justa deportiva desde 1932— ha decidido apostar por el futuro, en especial por los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 en Beijing.
A primera vista, el nuevo Seamaster Diver 300M Beijing 2022 Special Edition parece una versión más moderna del popular reloj de buceo que debutó en 1993 y que catapultó a Omega como el “maestro de las profundidades”. Sin embargo, al observar detenidamente el modelo es posible ver los toques conmemorativos adicionales que la marca decidió incorporar.

La caja de acero inoxidable de 42 mm permite admirar la esfera de cerámica azul sun-brushed y las ondas ondas grabadas con láser. Los índices y manecillas están chapados en rodio con Super-LumiNova y tienen forma circular —excepto las horas 12, 3, 6 y 9—. Los otro cinco marcadores de minutos —uno a las 2 en punto y otros a las 4, las 8, las 10 y las 12— llevan cada uno los cinco colores de los anillos olímpicos (rojo, verde, amarillo, azul y negro). La esfera está rodeada por un anillo biselado de titanio grado 5, con una escala de inmersión de 60 minutos que sobresale gracias a su relieve.

El reverso del reloj es el lugar que deja ver más su conexión olímpica, ya que el fondo de la caja exhibe el emblema de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 pulido y cepillado. Debajo de él se puede ver la marca del calibre 8800 del cronómetro maestro coaxial de Omega, uno de los movimientos más robustos de la industria relojera. El modelo garantiza precisión, rendimiento y resistencia magnética avalados por el Instituto Federal Suizo de Metrología (METAS), después de pasar sus ocho pruebas.

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Viene con un brazalete de acero inoxidable pulido y cepillado que cuenta con el soporte plegable extensible patentado por Omega, con un extensible adicional ideal para bucear.

Quien quiera hacerse de una de estas piezas, podrá encontrarla a partir de abril en las boutiques oficiales y en su sitio.