Lo primero que salta a la vista cuando llegas a este hotel no es la belleza arquitectónica o el diseño de la propiedad, sino el paisaje que, francamente, no se parece mucho a Acapulco, no al que yo tengo en la memoria, al menos. Y es que sin tener acceso directo a la playa, lo que sí ofrece el Banyan Tree Cabo Marqués es una panorámica casi exclusiva de un destino que parecía que poco nos podía sorprender ya, debido a su fuerte arraigado en nuestros recuerdos, como mexicanos y especialmente como capitalinos.
Sin embargo, tras 15 años de ser un ícono de hospitalidad en la Zona Diamante de Acapulco, y después de superar los embates del huracán Otis, Banyan Tree Cabo Marqués reabre sus puertas no sólo con esta panorámica tan particular de la playa del Pacífico, sino con una propuesta renovada, fresca, íntima y más lujosa que nunca.
La reapertura del Banyan Tree Cabo Marqués
La reapertura de Banyan Tree Cabo Marqués no supone ciertamente un cambio tan radical, ni un concepto hospitalario nuevo para quienes están familiariazados con la marca. De hecho, por esa visión de la marca de hacer notar la cultura y el destino donde establece sus hoteles, la propiedad de Cabo Marqués no niega Acapulco, pero sí lo dignifica con ese aire glamoroso que alguna vez tuvo.
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Por otro lado, quienes ya conocían la propiedad, sí sentirán esa atmósfera de renovación, tanto así, que no podrán creer que están alojándose en un hotel quinceañero.
Después del huracán Otis, el equipo del resort trabajó meticulosamente para restaurar cada espacio, cuidando incluso los detalles más pequeños, adaptando la paleta de colores y el diseño hacia una nueva necesidad de equilibrio y desconexión por parte de los clientes; y el resultado es un entorno más acogedor, moderno y sustentable.
En un mundo que cada vez valora más las experiencias con sentido, este resort es la prueba de que el lujo también puede ser consciente, íntimo y transformador.
En este santuario costero el romance, el descanso profundo y la naturaleza se funden con la elegancia asiática que distingue a la marca.
Las villas en el centro de la oferta
Despertar con vistas infinitas al mar desde una villa con alberca privada es una experiencia que pocos lugares pueden ofrecer. Estas villas —íconos del resort— han sido renovadas para maximizar la sensación de privacidad, confort y conexión con la naturaleza y siguen siendo por eso el corazón y sello distintivo del Banyan Tree Cabo Marqués.
Estos verdaderos nidos de lujo suspendidos sobre los acantilados, ahora se presentan renovados, con toques contemporáneos que armonizan con la calidez de los materiales naturales, y con terrazas que invitan a pasar horas simplemente contemplando el atardecer.
En cada rincón se respira privacidad, silencio y una sensación de aislamiento exquisito. Ideal para celebrar un aniversario, una luna de miel o simplemente escaparse del ritmo acelerado de la ciudad.
Si hay hoteles que te invitan a sumergirte en sus límites, éste parece poner todo lo que necesitas en la frontera de tu habitación. Y de verdad no habría para qué salir de allí, salvo porque las propuestas afuera son tan tentadoras que es imposible resistirse.
El legendario spa
Una de las razones más poderosas para abrir la puerta de la villa y salir es su legendario spa, un icono de la marca que prácticamente se ha vuelto un must en cada estancia.
Reconocido por su enfoque holístico y sus terapeutas entrenados bajo el estilo balinés, el Banyan Tree Spa tiene una propuesta refinada y envolvente.
Aquí las cabinas son prácticamente una villa en sí mismas y ofrecen comodidades y espacio superiores a la media de los spa, además de una panorámica igualmente sorprendente.
Es verdad, los tratamientos o la forma de aplicarlos es distinta, pero tranquilo, que tampoco se trata de nada demasiado exótico, aunque sí muy eficiente, pues yo salí más relajado que en cualquier otra experiencia que recuerde.
La gastronomía de Banyan Tree Cabo Marqués
Los restaurantes del resort son otra gran tentación con sus propuestas que celebran los sabores de México, Italia y Asia, con énfasis en ingredientes frescos y de temporada. Ya sea un ceviche frente al océano o una cena de autor en un ambiente íntimo, qué bien se come en este hotel.
Por supuesto, hay opciones locales, muy de playa, porque no hay que olvidar que estamos en Acapulco. Pero también está la rica gastronomía tailandesa representada en el icónico restaurante signature de la marca: Saffron.
Asimismo, la celebración de este 15º aniversario también marca la llegada de Cello, un restaurante que rinde homenaje a la auténtica cocina del norte de Italia. Su concepto fue desarrollado por la talentosa Chef Sarahí Ponce, quien viajó hasta allá para perfeccionar su técnica y crear un menú fiel a las tradiciones gastronómicas de la región.
El primer Cello abrió sus puertas en Banyan Tree Mayakoba en 2017 y, tras su éxito, llega ahora a Acapulco para ofrecer una experiencia culinaria sofisticada y genuina. Ubicado en el corazón del resort, junto a la piscina infinita y con vistas panorámicas al océano, Cello se convierte en el nuevo epicentro gastronómico de Banyan Tree Cabo Marqués.
Su menú está en constante evolución para sorprender a los comensales con propuestas innovadoras que mantienen la esencia de la tradición italiana.
Imagínate cerrar la tarde viendo la puesta de sol con un refrescante Aperol Spritz como aperitivo, previo a una deliciosa cena de degustación maridada con vinos mexicanos.
Para mantenernos entretenidos, la propiedad ofrece, además, clases de cocina, catas de destilados como el mezcal y un amplio programa de actividades que van del yoga a la meditación y más.
Como un plus a mediano plazo, Banyan Group, celebrará su festival gastronómico insignia: Thai Fest, que celebra la cultura tailandesa a través de la comida, el bienestar y las tradiciones, el cual regresa este año con su séptima edición en México.
Del 7 al 21 de junio, las cinco propiedades de Banyan Group en el país se convertirán en sedes de experiencias culinarias únicas encabezadas por chefs ejecutivos y con la participación especial de Tipaporn Phianthong, chef corporativa del restaurante insignia Saffron.
Por otro lado, si esto no fuera suficiente, Banyan Tree Cabo Marqués tiene una excelente ubicación, a solo minutos del aeropuerto del destino, pero lo suficientemente apartado para sentirte en otro mundo, en otro Acapulco, íntimo y exclusivo.
Y si hablamos de ubicación, tenemos que destacar también la orientación de la construcción. Pues uno de los grandes regalos de este lugar es que cada villa, cada restaurante y cada rincón parece construido para rendirle homenaje al atardecer. Ver cómo el sol se funde con el Pacífico desde tu alberca es un ritual que se vuelve adictivo.
El resort se esconde entre los acantilados y la vegetación, regalando vistas únicas y una sensación de aislamiento muy deseada, quizá por eso se ha vuelto el elegido por diversas celebridades; además de por su servicio que es realmente superior.
Desde el momento de tu llegada, cada miembro del staff parece anticipar tus deseos. El trato es cercano, sin invadir, y siempre respetando la privacidad del huésped.
Banyan Tree Cabo Marqués no es solo un hotel: es un estado de ánimo. Aquí el tiempo se desacelera, los sentidos se agudizan y el alma se relaja. Es ese tipo de lugar que te transforma sin que te des cuenta.