
Caminar por Maison & Objet Paris es sinónimo de ver todo lo que los consumidores van a querer comprar el próximo año: audífonos con modernos diseños, lámparas espectaculares, muebles contemporáneos, juguetes sustentables para niños y hasta el nuevo cepillo de dientes de la marca Musoka, el cual no necesita pasta de dientes, sólo agua; en pocas palabras, la lista es interminable.
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Este año hubo una adición a la ecuación de Maison & Objet Paris: la sección llamada Smart Gift, en la cual los expositores proponen todos los regalos inteligentes que podemos dar en cualquier ocasión especial. Sobresalen los mapamundis, globos terráqueos, elementos de papelería, equipajes con diseños nunca antes vistos (como la maleta transparente de la marca Crash Baggage), terrarios con miniaturas y más.

Los baños tienen especial importancia en esta edición. Foto: Ainzta Udaeta
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En cuanto a diseño interior se refiere, en esta edición se le dio especial énfasis a los baños, sí, a los baños, creando en ellos experiencias de relajación y absoluto lujo elaborado con materiales como maderas, mármol e, inclusive, oro como el baño diseñado por Alexis Mabille para Jacob Delafon.
Al mismo tiempo, el diseñador estrella fue Tristan Auer, quien recientemente rediseñó el Hotel Crillon ubicado en la Plaza de la Concordia de Paris, Francia. Sus diseños tienen una especial elegancia y cuidado en los detalles sin dejar de ser completamente funcionales.
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Maison & Objet Paris es una cita imprescindible porque compradores de todo mundo se reúnen en esta feria para elegir los productos que ofrecerán en sus tiendas a los consumidores. Sobresale el creciente mundo del té, el café y la cocina. Parece que cada vez el interés está en crear hogares en los que se puede disfrutar del tiempo libre dentro de ellos cocinando, tomando una buena copa de vino o una experiencia de spa en casa.

Maison & Objet Paris es una feria que no deja de sorprender. Foto: Aintza Udaeta
La mezcla de propuestas que se encuentra en la feria es interesante, a veces imposible de terminar, pero en cada pasillo se encuentra una nueva idea, una nueva manera de hacer las cosas que no deja de soprender. Este año, inclusive, teamLab creó una experiencia interactiva alrededor de la ceremonia de té en la cual surgían flores digitales del líquido y al ser bebido las flores tomaban diferentes formas, ninguna igual a la otra, cada experiencia era única.