¿Ferraris deportivos de 45 mil dólares? Brasil les dice: “No gracias”

Una tienda de Ferraris deportivos con precios de 45 a 60 mil dólares ¿Un sueño hecho realidad? No en realidad, más bien se trata de una pesadilla que tiene en alerta a la policía de Brasil y furiosos a los fabricantes italianos al otro lado del charco.

Resulta que durante los últimos meses varios fanáticos brasileños de los deportivos de lujo han comprado Ferraris y Lamborghinis a través de sus redes sociales por una fracción de lo que en realidad cuestan.

Ferraris deportivos
Fábrica de Ferraris y Lamborghinis falsos en Brasil

No, esto no se trata de algún robo masivo o una metida de pata monumental por parte de alguna distribuidora, sino de un padre e hijo del estado sureño de Santa Catarina que decidieron sería buen negocio crear réplicas baratas en su pequeño taller.

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Por supuesto ninguno de los autos falsos le llega ni a los tobillos a los ejemplares que pretenden imitar. Durante la incautación de la “fábrica”, la policía encontró partes de vehículos viejos, materiales de mala calidad e incluso un motor de Chevrolet Omega instalado en uno de los supuestos superdeportivos ¡Sacrilegio!

Fábrica de Ferraris y Lamborghinis falsos en Brasil

Las autoridades declararon confiscar ocho autos, aunque también señalaron que la investigación apenas inicia. Ahora deberán averiguar cuántos ejemplares se fabricaron e investigar a las compradores, así que algunos clientes deberán gastar lo que ahorraron en un buen abogado.

A pesar de que los dueños del negocio intentaron argumentar que los deportivos eran prototipos legales, al final se decretó que ambos serán procesados por robo de propiedad intelectual y recepción de piezas falsificadas.

Ferraris deportivos
Fábrica de Ferraris y Lamborghinis falsos en Brasil

Un Ferrari original tiene un rango de precio entre 180 y 450 mil dólares, mientras que un Lamborghini ronda los 200 mil, lo cual vuelve lógico que algunas personas prefieran pagar menos por una imitación pero, si hay algo que podemos aprender de este curioso caso, es que comprar falsificaciones nunca podrá compararse a la experiencia de adquirir un modelo original.