Todos los fanáticos de los yates saben que celebrar Año Nuevo en St. Barts nunca es una mala opción. Pero algunos prefieren festejar en un lugar un poco más tranquilo. He ahí la magia de Barbados y su puerto de 120 embarcaderos en Port Ferdinand Yacht y Beach Club Residences.
Joerg Roterberg, gerente de Port Ferdinand, nos explica por qué este es el lugar ideal para celebrar la Noche de Año Nuevo.
¿Cómo es el año nuevo en Port Ferdinand?
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Es una tradición decir adiós al año en la playa, aunque muchos primero reciben un tratamiento en nuestro spa, luego observan la puesta de sol desde sus yates y reciben comidas gourmet del chef del club a bordo o cenan cerca del resort.
Algunos dueños de botes miran los fuegos artificiales en el complejo de Sandy Lane y luego terminan en las arenas blancas de Nikki Beach al lado del puerto para ver el primer amanecer del año. Las celebraciones van hasta el amanecer. También podemos ayudar a asegurar un anclaje privado en el borde atlántico de la isla para ver el amanecer y nadar con tortugas en un santuario de arrecife.
¿Qué es mejor? ¿Celebrar en los restaurantes o en los yates?
La belleza de Barbados es su gran número y calidad de restaurantes. Chefs de Londres, Nueva York o Los Ángeles con estrellas Michelin preparan comidas inspiradas en ingredientes creativos. Todos se encuentran a poca distancia el uno del otro. Puedes hablar con un jugador de cricket de clase mundial en la playa, luego ir a un restaurante con un chef con estrella Michelin, y luego al Fairmont, todo en un rango de 50 yardas.
¿En qué se diferencia su puerto deportivo de otros puertos en el Caribe?
Vimos que el mercado cambiaba y decidimos construir un nuevo modelo de club de yates para apoyar ese cambio. Cada vez más, los propietarios de embarcaciones tienden a quedarse durante semanas e incluso meses, en lugar de solo días. Al estar tan al este en el Caribe, estamos fuera del cinturón de huracanes, por lo que traen sus yates aquí como refugio. Pueden echar el ancla en las Granadinas u Tobago durante una semana, pero luego regresan y disfrutan de sus villas, la playa o el golf en Barbados. Es una forma diferente de navegar que solo vivir en el bote y moverse cada pocos días.
Nota publicada anteriormente en Robb Report por C. B. Norris