Las Bahamas, cabañas privadas, Alta Gastronomía, música electrónica, un montón de influencers, todo en un solo lugar… Suena como el plan perfecto de cualquier millennial y era justo lo que ofrecía Fyre Festival, un evento organizo por el empresario Billy McFarland, pero el detalle es que nunca sucedió.
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Netflix estrenó un documental donde narra la historia del desastroso festival y es que fue uno de los venues más comentados de 2017 cuando se dio a conocer un corto con modelos de la talla de Bella Hadid promocionando Fyre como el suceso más top del año.
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A los influencers invitados y asistentes, que desde luego eran jóvenes en sus 20 años, se les prometió un viaje en jet privado, alojamientos de lujo, servicios de catering que incluían comida oriental del chefs internacionales, entretenimiento en suntuosos yates y motos acuáticas. Nada de eso pasó, pues el Fyre Festival, desde sus inicios resultó ser un fraude de su creador.
El documental de la plataforma de streaming, cuenta con testimonios de prácticamente todos los empleados de Billy McFarland el pandemonium que significó organizar un evento de tal magnitud con gastos cada vez más grandes que el joven empresario no podía sostener.
Se suponía que Fyre se llevaría a cabo en una isla privada de Bahamas, sin embargo, quienes se encargaban de la logística comentan para Netflix que no se contaba con la infraestructura necesaria para albergar un festival de tales magnitudes.
Por otro lado, las cabañas privadas terminaron por convertirse en tiendas de campaña que fueron recicladas de un centro para damnificados del huracán Irma.
Así eral los ‘alojamientos y gastronomía de lujo’ en el Fyre Festival.
Asimismo, y se trata quizá de la imagen más famosa del festival, la ‘oferta gastronómica’ terminó por servirse en bandejas de plástico y consistía en un sándwich que se volvió viral en Twitter. Los shows musicales tampoco pasaron, se cancelaron de último minuto, dejando a un montón de millennials atrapados en el pequeño aeropuerto bahameño.
La estrategia publicitaria del Fyre Festival era perfecta: 100 influencers postearon el logotipo del evento en sus Instagrams difundirlo, entre ellos Kendall Jenner quien recibió 250 mil dólares por el post.
A Bella Hadid se sumaron Hailey Baldwin, Emily Ratajkowski y Elsa Hosk para grabar el famoso promocional en Norman Cay, la que fuera isla privada de Pablo Escobar.
Pero Fyre Festival empezó y terminó en Instagram. ¿Por qué ocurrió este desastre? Billy McFarland actualmente cumple una condena de seis años en prisión por delitos que incluyen fraude y lavado de dinero.
Los jóvenes que pagaron hasta tres mil dólares por asistir al evento no fueron los únicos engañados. Los inversionistas también resultaron estafados. McFarland también estuvo detrás de proyectos como Magnises, una tarjeta de crédito que también defraudó a sus usuarios.
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De acuerdo a BBC, el festival costó un total de 26 millones de dólares, mismos que McFarland no pudo devolver a la corte cuando fue acusado.