La historia del lujoso Lincoln de Elvis Presley que terminó siendo conocido como el Lipstick Car
Fotografía: Facebook Lincoln

Elvis Presley es reconocido como el Rey del rock & roll y uno de los artistas más grandes de toda la historia. Además de su gran legado musical, muchos lo recuerdan por ser un gran y entusiasta coleccionista de autos de lujo, dentro de los que sobresale peculiarmente un modelo Lincoln, mejor conocido como: “El Lipstick Car de Elvis”.

Este auto era en realidad un Lincoln Premiere, un modelo de lujo fabricado y vendido por la firma estadounidense de 1956 a 1960. Se produjo en dos versiones: 2 y 4 puertas y durante un periodo corto de tiempo fue el sedán más grande y de alto nivel de la marca, que sirvió de base para varios de sus modelos más icónicos y sofisticados en esa época.

El origen del Lipstick Car de Elvis

Presley logró conquistar al mundo con su inigualable voz, pasos de baile, originales atuendos y su facilidad por robarse los corazones de miles de fanáticas que lo seguían apasionadamente a todas partes, incluyendo sus traslados en sus lujosos autos y precisamente una de esas “persecuciones” dio origen a la historia del famoso Lipstick Car que de hecho no fue para nada la historia favorita de Elvis.

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El incidente en Miami

Actualmente es menos probable que los fanáticos lleguen a estar en contacto directo con los autos de un artista o famoso, sin embargo, durante la década de los 50s era realmente sencillo y este es el primer factor en la historia de este auto.

Elvis Presley se encontraba de gira en Miami –el cantante acostumbraba a llevar sus propios autos con él aunque estuviera de gira– cuando muchas de sus seguidoras más apasionadas descubrieron el hotel en el que se estaba hospedando y aunque no se sabe si alguna logró encontrar al ídolo musical, estamos seguros de que todas descubrieron su auto.

¿El resultado? Un Lincoln Premiere usado como lienzo para plasmar y confesar todo el amor que sentían por Elvis Presley, incluyendo peticiones y números de teléfono para recibir llamadas del Rey. Las fanáticas usaron de todo, pero principalmente lápiz labial, razón por la que el auto quedó bautizado a partir de ese momento como: Lipstick Car

Sin final feliz

Tristemente el Lipstick Car no tuvo lo que se dice un final feliz, después de que Elvis Presley vio su Lincoln Premier totalmente grafiteado con lápiz labial, decidió que no podía conducirlo más por lo que acudió a una agencia de la marca para adquirir uno nuevo, por lo que lo único que quedó de su historia fueron las fotografías.

Elvis no quería otro Premiere sino algo aún más lujoso y elegante, por lo que terminó optando por un Lincoln Continental de 1956 modelo Mark II, el auto más sofisticado de ese entonces y del cual solo se produjeron 3,005 unidades.

El Rey se enamoró completamente de su Continental y lo llevo consigo a varias de sus giras por Estados Unidos, incluyendo la de 1956, y en 1958 lo manejó hasta Nueva Orleans para filmar su película King Creole.

Recientemente, el Continental Mark II de Elvis estuvo exhibido en el stand de Lincoln dentro del Auto Show Internacional de Nueva York como parte de la celebración de los 100 años de la marca, mismos en los que ha formado parte de la colección de diferentes estrellas musicales como Presley, Frank Sinatra y James Brown. Para más detalles sigue @lincoln