
He de confesarles que últimamente estoy teniendo una debilidad por los vinos blancos más que por cualquier otro, podría pensar que es por su frescura y su habilidad de ser el maridaje ideal para los días de verano, pero la verdad es que he probado grandes etiquetas que han contribuido a este amor, las más recientes: Polvorete, El Zarzal y La Revelía de Bodegas Emilio Moro.
Parte de la gama de vinos blanco elaborados con la variedad godello, cultivadas en sus viñedos El Bierzo, llegan a nosotros con unas etiquetas totalmente renovadas que presentan un diseño elegante y minimalista, predominando el color blanco que transmite frescura y pureza.

El nombre del vino está impreso en letras negras, mientras que una pintura rupestre de distinto color se sitúa sobre el nombre de cada vino, dichas pinturas se encontraron en una cueva llamada La cueva del moro y forman parte fundamental de la historia de la Bodega. El borde superior de la etiqueta cuenta con un sutil patrón decorativo, que le otorga un detalle distintivo.
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Los vinos blancos de Bodegas Emilio Moro con nueva imagen
En primer lugar dentro de esta renovación tenemos a Polvorete, un vino nacido para dar a conocer las maravillas de la uva Godello a todo el mundo. Se trata de un vino joven, alegre, divertido y sobre todo fácil de disfrutar, aquel que pedirías para un día en la piscina o en un picnic.

Está fermentado a temperatura controlada en depósitos de acero inoxidable, en vista presenta un color amarillo pajizo, en nariz tiene un base de frutas blancas característica de la variedad, con ligeras notas cítricas que aportan frescura y a pesar de su juventud, se aprecian matices propios de la crianza sobre lías y de cierta mineralidad. En boca hay un gran equilibrio entre la acidez y el cuerpo con un paso fácil por boca y un recuerdo agradable y refrescante.

El Zarzal, es un vino con una vocación evidentemente varietal, respetando la identidad de la variedad, fermentado a temperatura controlada en depósitos de acero inoxidable con posterior crianza sobre lías en fudres de roble francés, se distingue por presentar un color amarillo pajizo, que al pasar por nariz sorprende por su expresividad y complejidad, encontrando notas de fruta blanca características del godello, además de matices anisados de flores secas y una mineralidad típica de las grandes añadas.
En boca se nota la integración de la acidez natural del godello con la untuosidad que le aportan las lías dando como resultado un vino armonioso perfecto para maridar con la gastronomía española y mexicana.
Finalmente, Bodegas Emilio Moro no presenta con nueva imagen a La Revelía, mi favorito de este trío debo aceptar, es la máxima expresión de la variedad godello, con una complejidad, intensidad y finura dentro de una personalidad única. Está fermentado a temperatura controlada en depósitos de acero inoxidable con posterior crianza sobre lías en fudres de roble francés.

En vista nos da un color amarillo pajizo y en nariz sobresalen las notas de frutas blancas, es un vino que al evolucionar en la copa se va haciendo cada vez mejor, ganando intensidad y complejidad, desarrollando notas de flores blancas y frutos secos, en boca es intenso y de gran equilibrio, perfecto para acompañar todo tipo de platillos, con un postgusto largo y persistente.