Top Gun: Maverick a tan solo unas semanas de su estreno ya es considera por muchos como una de las secuelas mejor elaboradas en la historia del cine, tanto así que recibió una ovación de pie de cinco minutos en la última edición de Cannes.
En más de una ocasión ha quedado claro que a Tom Cruise le gusta hacer las cosas a lo grande en las películas en las que participa, aún si eso incluye hacer sus propias escenas de acción por muy arriesgadas que estas sean, prueba de ello es que para la película se usaron aviones de combate reales de la Marina de Estados Unidos.
Para hacer esto realidad, la producción tuvo que desembolsar una gran fortuna, pues según informes de la Marina se permitió el uso de aviones F/A-18 Super Hornets que costaron 11 mil dólares por hora.
Sin duda este detalle le dio a la cinta un realismo incomparable, detalles que probablemente no hubiera generado la misma emoción de haber usado una pantalla verde y acrobacias agregadas en post producción.
Pero la renta de estos aviones tuvo una pequeña, o gran, condición y es que ninguno de los actores estaba autorizado de volar o incluso tocar los controles de las aeronaves.
Cruise quería que los actores involucrados en Top Gun: Maverick volaran en uno de los aviones de combate, esto con el objetivo de que pudieran entender lo que se siente operar un avión bajo la presión gravitatoria que esto implica.
Según el jefe de las oficinas de medios de entretenimiento del Pentágono, Glen Roberts, Cruise, quien ya había volado un jet para la primera película de Top Gun, pudo volar para algunas escenas, excepto en las que se requería el uso de los jets militares, esto debido a la prohibición del Pentágono sobre el uso de equipos del Departamento de Defensa por personal no autorizado.
Aún así se mencionó en Bloomberg News que los actores pudieron viajar detrás de los pilotos luego de concluir su entrenamiento en donde aprendieron a salir disparados de los aviones en caso de emergencia y cómo sobrevivir en el mar.
Fotografía destacada: Facebook – @TopGun.MX