Algunos lo consideran la fragancia más cara del mundo, para otros es un cóctel químico sumamente dañino, lo cierto es que el olor a auto nuevo es parte fundamental de esa experiencia que encierra la compra de un coche.
Memorable, sin duda alguna, es un aroma para nada casual, calculado por cada fabricante mediante el uso de ciertos materiales al interior del habitáculo.
Sin embargo, es algo que podría estar a punto de desaparecer al menos como se le conoce actualmente.
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Adiós al olor de auto nuevo
A partir del 2021 se pretende endurecer la normativa acerca del uso de materiales adheridos a tejidos, adhesivos, polímeros y tratamientos al interior de los coches, que es de donde proviene realmente ese característico olor a auto nuevo.
El objetivo por parte de los organismos reguladores es eliminar el uso de compuestos orgánicos volátiles (COV) como el acetaldehído, acroleína, benceno, etilbenceno, formaldehído, estireno, tolueno y xileno que ofrecen grandes liberaciones a altas temperaturas pudiendo generar problemas respiratorios como alergias, irritación o inflamación.
Países como Corea del Sur, Japón, Rusia o China ya han realizado estudios y han puesto en marcha distintas iniciativas para reducir la presencia de estos compuestos.
Todo apunta a que Europa sería el próximo mercado en tomar cartas en el asunto y seguramente no tardará en discutirse el tema en América.
China será punta de lanza, imponiendo mayores restricciones al uso de materiales de este tipo y obligando a los fabricantes a hacer uso de compuestos que no liberen sustancias y que sean inodoros.
En busca de materiales sostenibles
El lado positivo de estas iniciativas es que incrementarán la apuesta por interiores más sostenibles e inocuos a nivel global e impondrán sistemas de filtrado del aire de cabina cada vez más eficaces.
Con todo ello se busca eliminar la presencia de químicos y reducir el impacto en el medioambiente y en la salud.
Y quién sabe, quizá a futuro se encuentre la manera de poner un sello olfativo a cada marca sin que recurrir para ello al dañino cóctel químico que hoy se utiliza.