Hay muchos mitos -de horror- en torno a las motocicletas. Cuando eres mujer, las anécdotas de motociclistas accidentados se apoderan de la mente de tu mamá y cualquier conversación que gire en torno a los biciclos motorizados terminará, sí o sí, en un rotundo “no”.
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Pero los tiempos están cambiando. He de confesar que yo me incluía en ese gran sector de mujeres que nunca se imaginó conduciendo una motocicleta, pero como suele ocurrir cuando eres miembro del equipo de Robb Report México, el mundo del lujo volvió a tomarme por sorpresa y en menos de dos horas, ya estaba sobre una de estas máquinas con las manos temblando y casi lista para conducir.
Desde luego, no desperté un día con la iniciativa y objetivo de aprender a manejar una moto. La experiencia -y divertido empujón- ocurrió gracias a Indian Motorcycle en alianza con Moto Explore México.
La legendaria firma de motocicletas y una de los mejores academy training del país, reunieron a un grupo exclusivo de mujeres para un clínica de motociclismo y así demostrarles que estos vehículos ya no son sólo para hombres.
Cada vez es mayor el número de propietarios de motocicletas en nuestro país. En México, incrementó de 7 % a 12 % el número de mujeres que decidieron hacerse de su propia Indian. ¿Qué nos dice eso? Que las reglas del juego están cambiando y hay muchas razones por las que todas deberíamos atrevernos a conducir.
Para empezar, decidir poner las manos sobre el manubrio es algo simbólico. La imagen de una mujer en motocicleta inmediatamente remite a seguridad y empoderamiento.
Y de hecho, las mujeres que se han cambiado los autos por un vehículo de dos ruedas, pueden notar en poco tiempo los beneficios emocionales de su decisión, de acuerdo a la agencia argentina de coolhunting Trendsity. Algunos de los sentimientos de la experiencia a bordo incluyen adrenalina, libertad y autoconocimiento de nuestras propias capacidades -yo no era consciente de mis buenos reflejos hasta que conduje una-.
Otra razón para comenzar a conducir una motocicleta es la innegable practicidad de éstas. Como dije, los tiempos cambian, cada vez son más las working girls que necesitan desplazarse con rapidez de un lado a otro. El trabajo editorial, por ejemplo, implica el traslado continuo a lo largo de toda la ciudad para cubrir eventos, si me preguntan si invertiría en mi primera moto tan sólo para ahorrar en tiempo y gastos mi respuesta sería un rotundo sí.
No puedo dejar de mencionar uno de los incentivos más importantes para optar por el par de ruedas: la comunidad rider. Pude descubrirlo en la clínica que Indian Motorcycle y Moto Explore impartieron para nosotras. Existe una solidaridad que es casi como una ley no escrita entre mujeres y hombres motociclistas, un “yo te ayudo” que cae muy bien en tiempos donde la individualidad está a la orden del día. Es algo que puede vivirse en las rodadas grupales, cuando te encuentras a otro conductor en las calles
Todo con seguridad
Desde luego, no se trata de dejarse llevar por la adrenalina. Tu seguridad debe ser lo más importante cuando te encuentres al manubrio a punto de pisar el acelerador.
Es ahí cuando sitios como Moto Explore fungen como ‘maestros del motor’. Incluso si sabes cómo conducir una moto, en su academy training pueden reforzar lo que ya sabes y perfeccionarlo, no sólo para convertirte en una experta, también evitará que formes parte de la estadística de accidentes en motocicleta de nuestro país.
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Casco y protección son las normas básicas para abordar motocicletas, pero si como principiante me preguntan qué se necesita para aprender a conducirlos en realidad la respuesta es muy simple: perder el miedo.