Mercedes-Benz es herencia e innovación al volante

Al preguntarle si Mercedes-Benz vende autos o un estilo de vida, Matthias Luehrs, Head of Region Overseas de la firma alemana, es claro: “Desde luego, Mercedes-Benz vende autos, pero siempre dentro de un ambiente que transmite cierto lifestyle. Nuestra estrategia global tiene un renovado enfoque en el lujo para que sea parte integral de todos los productos, de las interacciones con los clientes y de nuestras tecnologías digitales. Cada vez más queremos introducir un estilo de vida porque hoy en día no sólo vendemos autos, sino movilidad. Por ejemplo, en algunos países tenemos programas, como Abo Modell, en los que tienes acceso a toda la gama de Mercedes-Benz; así, en primavera utilizas el Clase S, en verano disfrutas el SL AMG y en otoño e invierno manejas un Clase G. Esto te habla de lifestyle y movilidad, no sólo de un auto en sí”.

Ese estilo de vida alrededor del lujo siempre ha sido parte del ADN de Mercedes-Benz y, aunque es un concepto atemporal, siempre está en evolución. Como marca con una herencia y una visión progresiva, la firma alemana se enfoca en dar forma al futuro del lujo, algo que quedó claro en 2021.

Por ejemplo, en abril pasado se presentó el nuevo Clase S, un auto pensado para ser el mejor del mundo y que reúne innovaciones que permearán en todos los modelos de la firma para la siguiente década. Resultado de una pasión por la técnica y el diseño, “el Mercedes de los Mercedes” está pensado para viajar cómodamente y trabajar relajado, como un tercer espacio entre el hogar y la oficina.

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Herencia e innovación al volante

El Clase S es el ejemplo perfecto de cómo la marca se mantiene fiel a su herencia pero, al mismo tiempo, es innovadora en todas sus propuestas. “La herencia ayuda muchísimo a que la marca sea reconocida por todos y a que estemos en las listas de las marcas más valiosas del mundo”, asegura Luehrs.

De hecho, Mercedes-Benz es la única marca europea que se coloca entre las primeras 10 “Best Global Brands 2021” —es el puesto número ocho, para ser exactos—, según el más reciente ranking publicado por la reconocida consultora Interbrand. Así ha sido desde 2018, lo que significa que Mercedes-Benz es la marca de autos de lujo más valiosa del mundo por sexto año consecutivo y la única entre las primeras 10.

“Cierto, la herencia nos ayuda a tener un concepto, un nombre, pero la innovación también ha estado con nosotros todo el tiempo: no sólo fuimos los primeros en inventar el auto, sino que nuestros clientes esperan una evolución constante de la marca, de sus productos, de todo lo que ofrecemos, sean accesorios, movilidad o lo que sea. En Mercedes-Benz no son dos cosas separadas, por el contrario, es una simbiosis”, comentó.

Desde luego, además del diseño y conectividad superiores, este vehículo cuenta con detalles que apuntan al futuro de la marca… y de la industria. Por ejemplo, el Clase S contiene 120 componentes hechos con materiales reciclados y unos 40 kilogramos provenientes de materias primas renovables. Se dice fácil, pero estos avances son creados por el equipo de más alto desempeño en los cuarteles centrales de la marca en Stuttgart, Alemania, quienes marcan el camino a seguir por todos, no sólo en el Clase S sino en todos sus modelos.

Además, está la visión global. Para que el nuevo Clase S funcione en todos los mercados es importante contar con ella: “Curiosamente, todo aparenta ser muy diferente en cada país, pero no es así. En 30 años de vistitar más de 100 mercados me he dado cuenta que 80% es lo mismo y sólo 20% es diferente. Es interesante porque tienes que adaptarte un poco en cada país, pero, en general, los procesos y la manera de pensar de los clientes sobre la marca son muy similares. No digo que sean idénticos, pero a final de cuentas esto te ayuda a tener una visión global y quizá ajustes cosas de un mercado a otro, pero sólo te deberás adaptar a ese 20%”, dice el ejecutivo alemán.

Es claro el objetivo de la marca de ofrecer los automóviles más deseados, en todos los segmentos y en todas las marcas, del Clase A y Clase C hasta el Clase S. La mejor prueba es el nuevo Mercedes-AMG SL, el roadster por excelencia, que fue rediseñado por su división de alto performance para ofrecer la versión más potente, elegante y deportiva de este auto en 70 años de historia. No son palabras menores: en 1952 nació este bólido de competición, apto para la conducción por las calles, que se convirtió en una leyenda desde su presentación.

Este producto es el ejemplo perfecto para entender la impresionante cartera de productos que comprende la firma Mercedes-Benz, ya que la compañía integra, además, Mercedes-AMG, Mercedes-Maybach, Mercedes-EQ y Clase G. Porque si algo tienen claro los alemanes es que para liderar el mercado y separarse de la competencia deben ofrecer las mejores opciones al cliente.

“Hoy en día, existen muchas empresas que buscan replicar lo que hacemos nosotros como líderes de la industria, pero, para evitar que hagan una copia de nuestro producto, siempre debemos estar innovando porque así la marca siempre va a tener lo más fresco, lo más nuevo. El lujo se trata de crear lo extraordinario, de impulsar un deseo”, explica Luehrs.

Precisamente, Mercedes-EQ es otra división de gran peso en la firma pues lidera en buena parte su futuro. En México, Mercedes-Benz no se conformó con presentar un eléctrico, sino que debutaron en el mercado tres modelos: EQA, EQC y EQS, todos totalmente eléctricos, enviando un mensaje contundente: el futuro es el presente para ellos.

Sin embargo, para la compañía no se trata de pensar diferente, pues han hecho autos durante casi un siglo y medio sin perder un centímetro de identidad. La electrificación, entonces, no es un borrón y cuenta nueva para ellos, por el contrario, es continuar el camino de innovación que los ha distinguido: “Hay que darle su propio peso a la electrificación, en cuanto al diseño y la concepción del auto. Hemos visto que los clientes están fascinados con los interiores de nuestros autos eléctricos, por ejemplo, con los cockpits digitales porque es un perfil que siempre busca la innovación. Un ejemplo es el EQS: nuestra tarea es explicarle a todos los clientes las ventajas de un auto eléctrico para su vida diaria”, plantea.

Estos tres modelos tan distintos y a la vez tan similares ejemplifican la visión de un grupo. Quizás, para la industria y los clientes suena sorprendente todo lo que hace la marca, sin embargo, al interior la innovación es parte de su ADN. Basta escuchar a Matthias para entenderlo: “El nombre Mercedes-Benz tiene dos componentes: el primero proviene de Mercedes Jellinek. Su padre, Emil Jellink, en ese momento el mayor distribuidor de vehículos DMG (Daimler-Motoren-Gesellschaft), utilizó el seudónimo “Mercédès” para triunfar en varias carreras de autos y, en 1900, el nombre “Mercédès” se convirtió en la marca de los vehículos DMG. La segunda parte proviene de Carl Benz, el inventor de la patente para el auto motorizado Benz y cofundador de Benz & Cie. Su esposa, Bertha, fue la primera persona al volante del primer viaje de larga distancia del primer auto del mundo, en 1888, en su travesía de 180 kilómetros de Mannheim a Pforzheim. Hoy, la diversidad de género sigue promoviéndose en todos los puestos de la empresa. Me encanta saber que ella lo logró hace 120 años”.