No, no se trata de la nave de un villano en la nueva película de James Bond, sino de “Carapace”, el concepto más reciente de la arquitecta naval, Elena Nappi, que no solo representa un yate que se convierte en submarino, sino también una innovadora embarcación capaz de sumergirse hasta 300 metros bajo el agua por diez días sin dejar el lujo en la superficie.
Nappi, quien cuenta con años de experiencia en el mundo de la navegación, diseñó el concepto para unir lo mejor de dos mundos y crear una nave capaz de incorporar la comodidad y distinción de los yates tradicionales con la privacidad de un submarino.
“Muy a menudo, los propietarios de yates están buscando soluciones originales para poder ofrecer a sus amigos y familiares algo especial, y ciertamente un crucero de buceo de este tipo no tiene precedentes en el mercado de los superyates”, comentó Nappi en un comunicado.
Video Recomendado
El diseño de Carapace se compone de tres niveles de cubierta, cabinas VIP, un salón principal que puede utilizarse como área común, un spa y un bar en el que podrás disfrutar de un delicioso cóctel subacuático.
Para Nappi, la embarcación sería perfecta para realizar viajes privados o incluso reuniones de negocios que requieran una privacidad máxima. Claro, eso no descarta que también pueda ser ideal para el uso de algún espía británico tratando de salvar el mundo.
Aunque aún no existe un precio definitivo para este impresionante concepto, podemos imaginar que más de uno estaría dispuesto a pagar millones por un yate que se convierte en submarino.
Lamentablemente, no hay planes concretos para comenzar a desarrollar a Carapace y, de acuerdo a su diseñadora, podrían pasar varios años antes de que una creación así levara anclas.