Huracán Tecnica revela las dos caras de Lamborghini

A la gran mayoría de fanáticos del mundo motor, lo primero que les viene a la mente al escuchar la palabra “Lamborghini” está relacionado con el automovilismo deportivo: máxima velocidad, competencia, performance, potencia, capacidad del motor y muchas cosas más.

La percepción es correcta: durante años, la firma italiana se ha encargado de diseñar y fabricar vehículos pensados para desafiar leyes de la física y la aerodinámica, autos que parecen estar adelantados a nuestra era.

En Sant’Agata Bolognese, en medio de la Terra di Motori, lo que en español se definiría como el “Valle del Motor”, los autos del toro italiano se vuelven realidad. No hay otra zona del mundo que viva con tanta pasión alrededor del sonido de motores de alto desempeño, como la región de Emilia-Romagna, al norte de Italia.

Video Recomendado

Lamborghini
Fotos: Lamborghini

Hoy, un vehículo que ostenta el nombre Lamborghini representa el más alto nivel de tecnología para crear modelos ligeros de aluminio y fibra de carbono, con motores de alto desempeño y tracción en las cuatro ruedas, para ofrecer un manejo veloz, preciso y seguro.

Es así que, repito, la idea generalizada acerca de la marca no es errónea: son superdeportivos puros, visionarios e innovadores pero, también, inconfundiblemente italianos.

Precisamente, más allá de su lado deportivo, la firma representa un estilo de vida para sus entusiastas fans. Quien maneja un Lamborghini es porque aprecia el diseño exquisito, los distintos niveles de personalización, la atención al detalle —en el producto y como cliente—, la calidad de los materiales, el trabajo artesanal y los valores bajo los cuales se rige la compañía.

Cumpliendo cabalmente con esto, el nuevo Huracán Tecnica ha nacido para complacer ambos mundos: por un lado, representa ese lifestyle italiano para conducir por espectaculares caminos rumbo a un fin de semana inolvidable; por el otro, mantiene esa gran capacidad de producir adrenalina ilimitada cuando se pisa el acelerador a fondo en un circuito profesional.

La fuerza de un Huracán

He viajado de la Ciudad de México con destino a Palm Springs para el lanzamiento oficial del Lamborghini Huracán Tecnica en el continente americano. La sede es nada menos que el Thermal Club (www.thermal.cc), un espacio privado en el sur de California donde todo gira alrededor del deporte motor: circuitos profesionales de diferentes dificultades, residencias con vista a las pistas, restaurantes de alta cocina, espacios para trabajar en la mecánica de los autos y un largo etcétera.

A la llegada, una fila de seis Huracanes Tecnica nos espera al privilegiado grupo convocados a la sesión matutina.

Para fortuna nuestra, habrá un auto y un instructor por persona, es decir, se trata de un ejercicio personalizado en el circuito.

A primera vista, es un modelo que mantiene el distintivo e inmediatamente reconocible diseño de Lamborghini: líneas aerodinámicas que inician en la parte frontal y se funden con el parabrisas hasta llegar al motor, ante de cortar en la parte trasera.

Hay tomas de aire por todos lados, así como piezas de fibra de carbono que le dan un toque irresistible y sofisticado.

Claramente, estamos frente a otro icónico superdeportivo italiano capaz de dominar a sus rivales. Su arquitectura muestra una eficiencia aerodinámica que, aunque sutil, lo distingue de otras variantes del Huracán.

De presencia fuerte y depredadora, con formas musculosas, destaca de inmediato su frontal renovado, inspirado en el diseño Ypsilon del concept car Terzo Millennio, que continúa hasta las tomas de aire laterales que resaltan su futurismo.

Es 6.1 cm más largo que el Huracán EVO, aunque mantiene la misma altura y anchura. El techo es del mismo color de la carrocería —elegí manejar el tono verde, llamado oficialmente green selvans—, aunque, desde luego, puede pintarse opcionalmente en negro.

Lamborghini
Lamborghini

De hecho, además de las ocho pinturas exteriores de serie, hay más de 200 opciones adicionales en el programa Ad Personam.

La parte trasera también ha sido renovada. Incluye una novedosa ventanilla que le da al conductor mayor visibilidad por el espejo retrovisor y una enorme tapa de fibra de carbono para cubrir el motor.

El diseño integra nuevos tubos de escape hexagonales y se corona con un alerón trasero fijo. Los rines Damiso de 20” también son de diseño hexagonal y están equipados con llantas Bridgestone Potenza Sport.

La prueba máxima

Ha llegado el momento de entrar a pista y, no lo negaré, las emociones van de la agitación a la exaltación. No es para menos: este nuevo integrante de la familia tiene un motor V10 de tracción trasera que produce 640 caballos de fuerza, los mismos del Huracán STO y 30 más que el Huracán EVO RWD.

Vale la pena recordar que el Lamborghini Huracán hizo su debut en 2014 —como sucesor del icónico Gallardo, que finalizó su producción hace casi 10 años—, con la versión Coupé, seguida de la Spyder, el Performante y el Performante Spyder.

Sin embargo, los últimos años han sido una locura para esta línea con lanzamientos de peso: en 2019, se presentó el Huracán EVO en sus versiones Coupé y Spyder, y más tarde llegó el EVO RWD; en 2020, hizo lo propio el elogiado Huracán STO —Super Trofeo Omologata— un superdeportivo homologado para uso en carretera, inspirado en la tradición deportiva de sus autos de carreras Huracán Super Trofeo EVO y Huracán GT3 EVO.

Antes de incorporarme a la pista, el instructor me advierte por el micrófono del casco que estoy en un vehículo que acelera de 0 a 100 km/h en 3.2 segundos. Las primeras vueltas las hago en el modo de manejo STRADA, el más “discreto”, que ajusta el motor y la caja de cambios para una conducción confortable, pensada en el día a día.

Vamos de menos a más. En la segunda sesión del día, selecciono el modo SPORT, que permite un sobreviraje mayor de la dirección trasera y una mejor capacidad de respuesta —si eso es posible— del acelerador.

Siguiendo la línea que traza frente a mí el instructor, resulta “fácil” y emocionante tomar las curvas a un promedio de 160 km/h.

Finalmente, en la tercera y ultima sesión del día, no hay otra opción que manejar el tan esperado modo CORSA, que despierta el espíritu de competición en el bólido y en quien lo manipula tras el volante.

Es aquí cuando el Huracán Tecnica ajusta la suspensión y aumenta el rugido del motor, además de responder con extrema precisión: cualquier falla podría ser fatal.

Los cambios de velocidad son mucho más rápidos y en las rectas alcanzo una velocidad tope —lo que mis ojos alcanzan a ver— de 263 km/h, aunque es capaz de llegar hasta 325 km/h.

Aún con un piloto profesional en un auto frente a mí y en una pista de primer nivel, me resulta impresionante la capacidad del auto para responder con tanta precisión al entrar y salir de las curvas.

Los ingenieros presentes me explican que se debe al sistema LDVI —Lamborghini Dinamica Veicolo Integrata—, que controla todos los aspectos dinámicos del auto mediante la integración de los sistemas de asistencia y la puesta a punto del motor, para ofrecer un dominio total y un manejo impecable.

También influye, me dicen, la nueva refrigeración de los frenos inspirada en la experiencia de Lamborghini en las carreras donde participa: el flujo de aire que llega a los discos se desvía para disipar el calor y reducir las temperaturas del líquido de frenos. Y, finalmente, su ligero peso —1,379 kg— también contribuye a su agilidad inmejorable.

En el ojo del Huracán

El interior es todo un espectáculo. De entrada, ofrece un confort acústico superior para que el conductor se enfoque en el camino. Además, los asientos deportivos provocan una inmersión única en el habitáculo; están hechos en Alcántara y tienen el motivo “Tecnica” bordado en laterales y reposacabezas.

El diseño de puertas está enfocado en la ligereza, mientras que los cinturones de seguridad cuentan con arnés para seguridad de quienes visitan la pista con regularidad.

En el tablero de instrumentos se redujeron los colores para una mejor legibilidad a altas velocidades y el sistema cuenta con telemetría para llevar registro de las vueltas y los tiempos conseguidos.

Y si el cliente quiere personalizar el interior en colores y acabados, sólo debe acudir con el departamento Ad Personam.

Este ejemplar toma su nombre de la evolución de las proezas técnicas que ha tenido el Huracán en su historia. “Es un auto que facilita su uso en cualquier modo y entorno de conducción: en una era de experiencias virtuales, rinde homenaje a la pureza técnica y a las sensaciones físicas”, asegura Stephan Winkelmann, presidente y CEO de Automobili Lamborghini.

En mi caso, la concepción de la palabra “Lamborghini” simplemente ha sido reforzada.