Boom Supersonic siempre ha dicho que su Overture, diseñado para transportar de 65 a 80 pasajeros, viajará a Mach 1.7, o alrededor de 1,300 millas por hora, a 60,000 pies. A esas velocidades, podrá ir de Londres a Nueva York en tres horas y media, reduciendo casi a la mitad el tiempo de vuelo. Varios analistas aeroespaciales creen, por múltiples razones, que el concepto nunca se convertirá en un avión real.
Sin embargo, la semana pasada, Boom Supersonic respondió a los detractores y anunció asociaciones con proveedores de primer nivel en el Salón Aeronáutico de París.
En diciembre pasado, la empresa con sede en Colorado dijo que se había asociado con Florida Turbine Technologies (FTT) para diseñar, construir y probar sus motores Symphony en Júpiter, Florida. También inició la construcción de una planta de producción en Greensboro, NC, que dice que será capaz de construir 33 aviones cada año.
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En París, el CEO de Boom Supersonic, Blake Scholl, presentó las especificaciones de la arquitectura del motor para Symphony, incluido un modelo de diseño a escala 1/3 impreso en 3D.
Shelton dijo que el motor está diseñado para brindar un 25 por ciento más de tiempo en el ala y un 10 por ciento de ahorro en costos operativos a sus clientes de aerolíneas. La arquitectura Symphony incluye un motor turbofan de derivación media de dos carretes sin postcombustión. Genera 35,000 libras de empuje.
El Boom Supersonic Overture
El Boom Supersonic Overture también funcionará con combustible de aviación sostenible (SAF) para reducir sus emisiones de carbono hasta en un 90 por ciento.
Ha firmado un contrato de suministro con Air Company y Dimensional Energy por 10 millones de galones al año. Actualmente, SAF escasea, pero podría volverse más común ya que se espera que la demanda obligue a aumentar las fuentes y el suministro disponible.
United, American y Japan Airlines han pedido un total de 130 aviones, aunque no se espera que el Overture vuele comercialmente hasta finales de la década. Las primeras pruebas de vuelo podrían tener lugar en 2027, según la compañía.
El anuncio de Symphony fue recibido con escepticismo por los analistas aeroespaciales, en parte porque varios fabricantes de motores capaces de construir un motor supersónico habían optado por no asociarse con Boom.
Pero en París, la calidad de los nuevos socios de Boom Supersonic fue diseñada para brindar credibilidad y un cronograma aproximado para un avión terminado.
Aernnova, con sede en España, diseñará y suministrará sus alas. Scholl dijo que las alas de gaviota de Overture tendrán la forma de los modos de vuelo supersónico y subsónico.
Serán más delgadas que las alas de los aviones convencionales para viajar de manera más eficiente a velocidades más altas.
El gigante aeroespacial italiano Leonardo diseñará y construirá los componentes estructurales del fuselaje y la caja del ala. Uno de los nombres más famosos de la aviación, la compañía tiene una amplia experiencia en fuselajes compuestos.
Mientras tanto, Aciturri, también con sede en España, diseñará y desarrollará el empenaje o estructura de cola de Overture. Al igual que el resto de componentes, este será especializado, con un estabilizador horizontal diferenciado para un mayor control a velocidades subsónicas.
En la conferencia de prensa, Boom también mostró configuraciones de sistemas clave para Overture, que incluyen aviónica, controles de vuelo, hidráulica, sistemas de combustible y tren de aterrizaje, como piezas más tangibles del rompecabezas.
Scholl dijo que el tren de aterrizaje, por ejemplo, fue diseñado para despegar y aterrizar en más de 600 rutas alrededor del mundo.
El objetivo de Boom es hacer que los viajes supersónicos se generalicen en lugar de ser exclusivos. “Los primeros vuelos de Overture van a ser especiales”, dijo Scholl al Telegraph . “Pero cuando miro hacia el camino, lo que más me emociona es cuando el vuelo supersónico se vuelve normal”.
Con los anuncios de asociación de París, Boom Supersonic mostró cómo la teoría de Overture podría convertirse en una prueba de concepto. Ahora viene la parte difícil: diseñar y construir un avión supersónico que funcione.
Nota publicada previamente por MICHAEL VERDÓN en Robb Report EE.UU.