Cuesta imaginar que la firma Louis Vuitton surgió con un joven de 16 años que decidió buscar un futuro mejor y caminar a pie 400 kilómetros, los mismos que distaban entre su pueblo de origen donde su suerte estaba echada, y un París que le ofrecía un mundo de posibilidades.
Así inició la historia de una de las marcas de lujo más deseadas en todo el mundo. Una historia que ya cuenta con más de 160 años de trayectoria y que a través de la exposición gratuita Time Capsule en Ciudad de México podremos descubrir y admirar hasta el 23 de junio.
La bienvenida nos la da La habitación de los artesanos, pero nuestra recomendación es dejarla para el final y pasar directamente a la sala conocida como La clave de los códigos.
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En ella admirarás diferentes piezas muy antiguas de la Maison y pondrás especial atención a los baúles ya que éstos fueron el comienzo del éxito de la firma. Una vez que Louis Vuitton llega a París, el joven tiene su primera oportunidad en el taller parisino del Sr. Maréchal y pronto destacó sobre el resto de aprendices. Tanto que se convirtió en el emballeur favorito de la emperatriz Eugénie.
Con el tiempo, Vuitton sabría perfectamente qué es lo que sus clientes necesitaban y deseaban antes incluso de que éstos mismos lo supieran por lo que esa anticipación fue también innovadora para la Francia de la época.
La sala contrasta también con piezas muy actuales que buscan ser un guiño de creaciones pasadas y que hoy se han convertido en un must como es el caso de las bolsas de piel Epi flexible.
Destaca una especie de sofá/camastro que usaban los altos mandos en la I Guerra Mundial para descansar de la batalla, y éste está confrontado con una bellísima pieza de Objets Nomades. Años de diferencia, y la firma sigue los lineamientos de crear piezas únicas llenas de espíritu.
Viajes al rededor del mundo
Así se llama la segunda sala de esta increíble y única exposición en México sobre la historia de Louis Vuitton.
Quizás la preferida de muchos, en ella el espectador se encontrará con piezas únicas como es el caso de la sombrerera de Alejandro Fernández; que fue hecha por la Maison en exclusiva para el cantante.
Si bien Vuitton inició su andadura con piezas hechas para viajar en tren o en barco, el genio francés fue de los primeros en crear baúles para el auto. De hecho, la Maison presume de haber creado piezas tan particulares como un baúl para el techo del auto de la época y un bolso para el conductor.
Íconos de la casa
La tercera sala es un homenaje a todas esas creaciones inolvidables de la firma. Además, se incluyen también piezas emblemáticas y reintrepretadas por diferentes artistas como es el caso del arquitecto Frank Gehry.
Gehry no solo diseñó la Fundación Louis Vuitton, también creó una bolsa en edición muy limitada y muy particular que literalmente voló una vez que salió a la venta. La sala está repleta de muchas otras obras que también encandilarán al público como es el caso de las siguientes piezas de colección:
En esta sala también se encuentra una de las piezas más llamativas y tecnológicas de la exposición. Se trata del baúl Magic malle, mismo que lleva a todos los visitantes a un viaje sensorial gracias a que el baúl se va transformado al mismo tiempo que los años pasan en la Maison con los diferentes hitos que Louis Vuitton ha tenido a lo largo de su historia.
De esta manera, los visitantes conocerán desde el primer baúl creado por el propio Louis Vuitton hasta el verdadero origen y evolución del Canvas, y sin olvidar la creación y apertura de la Fundación Louis Vuitton.
Final con broche de oro
Para terminar el recorrido, el visitante regresará al inicio y ahora sí disfrutará plenamente de la sala nombrada como La habitación de los artesanos.
En ella descubrirá de manos de un experto cómo se confecciona una bolsa de la firma. Para hacer la bolsa más básica se necesitan 300 personas expertas en el curtido de la piel, el corte, el ensamblado, las costuras… Toda una serie de procesos que requieren la excelencia para dar como resultado piezas dignas de llevar el apellido Louis Vuitton.
Todos los datos importantes
La exposición es gratuita y podrás visitarla hasta el 23 de junio. Se encuentra en la entrada principal de Palacio de Hierro Polanco en Avenida Moliere 222. El horario es de 11 de la mañana a 21 horas y la última entrada a la exposición es 20 minutos antes del cierre.