Veinticinco años parecen pocos, pero para Tequila Reserva de la Familia, la expresión más emblemática, tradicional y artesanal de Casa Cuervo, significan años de respeto y honra a un producto de la tierra: los agaves que, al convertirse en tequila, transforman todo ese proceso en una obra de arte.
Y es precisamente el arte el que ha unido cada una de las 25 ediciones que la casa ha presentado, y este año no es la excepción.
Tequila Reserva de la Familia marida con arte
Este 2021, la marca viajó a Tequila para presentar su nueva colaboración con Gonzalo Lebrija, cuya trayectoria en la fotografía, el video, la instalación, la escultura y la pintura le hicieron un lugar con los otros artistas que han plasmado su arte en cada una de las ediciones limitadas (Pedro Friedeberg, Carlos Aguirre, Ricardo Pinto, Dr. Lakra, entre otros).
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En propias palabras de Patrick Charpenel, uno de los curadores de la colección y director del Museo del Barrio en Nueva York, la colaboración con Lebrija no podía haber empatado mejor con esta edición, pues considera que Gonzalo plasma en sus obras las tradiciones y cultura de nuestro país, y cada pieza es una celebración a México, tal y como sucede con cada etiqueta de Tequila Reserva de la Familia.
Para esta colaboración, Lebrija propuso “Veladuras”, un concepto abstracto basado en la papiroflexia, el juego de luz-sombra, el dúo espacio-tiempo y los colores que imprime el sol a distintas horas del día sobre los campos de agave.
Una pieza maestra por dentro y por fuera
Reserva de la Familia Extra Añejo lleva un añejamiento de 40 meses en barricas nuevas de roble americano y francés que hacen que esas notas de agave se enriquezcan con aromas a roble, frutas secas, café y cacao fino, dando como resultado un tequila único. Cada botella es envasada, numerada, firmada y fechada a mano, de ahí su producción limitada.
Para compartir esta artesanía, Gonzalo Lebrija plasmó en serigrafía la gama cromática del paisaje agavero a distintas horas día, superponiendo tonalidades y haciendo una especie de juego arquitectónico con las formas.
Para lograrlo, realizó un minucioso estudio fotográfico de un campo de agave en diferentes momentos del día para precisar la paleta de colores, y en vez de proponer una sola caja, dividió la colección en piezas diurnas y nocturnas, 4 en total, que reflejan cómo se expresa la mañana, el mediodía, la tarde y la noche sobre los agaves.
Con esta colaboración, Reserva de la Familia busca que la visión de cada artista llegue a todo el mundo de la mejor manera: de la mano de una copa de un tequila único.