Posicionado en el puesto 24 dentro de la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo y en el lugar 11 dentro del ranking de los 50 mejores restaurantes de Latinoamérica, Quintonil es uno de los restaurantes más exclusivos y caros de la CDMX que cada año recibe tanto a comensales nacionales como a foodies extranjeros en busca de una experiencia gastronómica inolvidable.
Visitar este santuario de la alta cocina mexicana es un must para cualquier amante del lujo. Para que no comas ansias, te damos una pequeña probadita de lo que es cenar en este exclusivo lugar antes que de lo pruebes tú mismo.
Antes de que tan siquiera te sirvan el primer tiempo, el Quintonil te hará sentir bienvenido en un espacio íntimo con decoración sencilla, moderna y elegante en la que te sentirás incluso como en casa gracias a su encanto hogareño que hace resaltar aún más a cada uno de sus elaborados platillos.
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Lamentamos informarte que, en efecto, habrá un momento en el que sufrirás, y ese será cuando debas escoger entre sus diferentes entradas y platillos entre los que figuran tostadas de salpicón de cangrejo, lima, rábano y mayonesa de chile habanero; mole estilo Atocpan con selección de hongos silvestres en emulsión de mantequilla y pitiona; y berenjena rostizada en mojo de ajo negro, macadamia, salsa de albahaca y hoja santa.
Si es tu primera vez visitando Quintonil te recomendamos ordenar el menú de degustación de diez tiempos en el cual se incluyen algunas de las recetas más destacadas del lugar junto a algunos platillos exclusivos que, esta temporada, incluyen la pesca del día en barbacoa con adobo de chapulín y una deliciosa nieve de nopal perfecta para terminar tu comida con broche de oro.
Espera pagar 2 mil 500 pesos por el menú corrido sin maridaje y 3 mil 900 si quieres acompañar cada platillo con una excelente copa de vino. Los precios de los platillos principales de la carta varían entre 330 y 600 pesos.
Por supuesto, nada podrá compararse a vivir la experiencia del Quintonil por ti mismo, así que será mejor que hagas tu reservación de inmediato. Eso sí, ten mucho cuidado, porque una vez que vayas será difícil no mal acostumbrarse y querer regresar todos los días.