Venden el Audemars Piguet por el que detuvieron en el aeropuerto a Schwarzenegger

Publicado por CAIT BAZEMORE en Robb Report EE.UU. La semana pasada, Arnold Schwarzenegger fue noticia tras una debacle relacionada con un reloj único de Audemars Piguet, una versión actualizada del Ref. 25770SN que el actor codiseñó con la marca para “End of Days” en 1999.

Esta edición particular del modelo se completó con un fondo de caja de exhibición especial que mostraba un movimiento esqueletizado con un rotor dorado grabado con una imagen de Schwarzenegger haciendo su icónica pose y texto que dice “Arnold Classic”. En caso de que te hayas perdido el fiasco completo, aquí tienes los puntos más destacados.

El reloj subastado por Arnold Schwarzenegger

La estrella de Terminator se dirigía a su país de origen, Austria, para vender el reloj en una subasta benéfica, pero no completó los formularios de aduana correspondientes para el reloj.

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Tres horas y unos 38,000 dólares después, el exgobernador de California fue puesto en libertad y se dirigió a la cena benéfica de su Iniciativa Climática en Kitzbühel, pero la historia no termina ahí.

El jueves por la noche, la edición especial del Royal Oak Offshore Selfwinding Chronograph salió a la venta como estaba previsto con un precio inicial de aproximadamente 54,300 dólares.

Se esperaba que la edición de aniversario alcanzara sólo unos 100,000 dólares. Sin embargo, en un giro de los acontecimientos curiosamente nada sorprendente, el reloj acabó vendiéndose por casi el triple, recaudando casi 300,000 dólares y elevando el total de la recaudación de fondos a aproximadamente 1.4 millones de dólares, marcando un nuevo récord para la organización.

Si bien dudamos en decir que Schwarzenegger intencionalmente “se olvidó” de compilar los formularios aduaneros adecuados y toda la comedia de errores fue planeada, el “Gobernador” seguramente aprovechó la atención de los medios en torno a la detención aduanera para llamar la atención sobre la subasta benéfica.

Con los fantásticos resultados que vimos en la subasta del año pasado, un poco de publicidad que haga subir el precio de un reloj con fines benéficos no es lo peor del mundo.

Todas las ganancias de la subasta se destinan a una buena causa que apoya la crisis climática, así que considérelo una victoria para la Madre Tierra.