Es cierto que viajar en el tiempo aún no es posible, sin embargo, el último gran lanzamiento de la firma relojera más antigua del mundo puede funcionar como una buena alternativa. Vacheron Constantin anunció este año una emocionante colaboración con el Museo del Louvre, símbolo de la cultura mundial, para lanzar cuatro nuevos relojes Métiers d’Art que rinden homenaje a cuatro grandes civilizaciones del pasado.
Cada ejemplar hace referencia a una época diferente: el Imperio persa de Darío el Grande, la edad de oro del Antiguo Egipto, el perIodo helenístico de la Antigua Grecia y el ascenso al poder de Augusto.
Vacheron Constantin y su colaboración con el Museo del Louvre
La esfera de cada modelo, como una obra de arte en sí, refleja una figura importante relacionada a estos perIodos tal como se exhiben en el famoso museo de París, junto con otros elementos decorativos que hacen referencia a la época.
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La civilización más antigua de las cuatro es el Imperio Egipcio que data, aproximadamente, del 2035 al 1680 a. C. La figura elegida en esta pieza es la Gran Esfinge de Tanis, un símbolo real y extensamente conocido en el mundo, que luce un espectacular trabajo tallado en oro por parte de Vacheron Constantin.
Le sigue el León de Darío que destaca el poder y fuerza del Imperio aqueménida (559-300 a. C.), nombre que recibe el primero y más extenso de los imperios persas. La esfera muestra una decoración de ladrillo azul brillante que resalta la presencia del rugiente león.
En el caso de la Grecia helenística de la Dinastía antigónida (227-168 a. C.), la esfera muestra la Victoria de Samotracia, la icónica escultura alada que representa a Niké, la diosa de la victoria.
Finalmente, el Busto de Augusto es la figura elegida para representar el Imperio Romano de la dinastía Julio-Claudia (27 a. C.—68 d. C.). Se trata de la figura de Octavio Augusto, hijo adoptivo de Julio César, rodeada por un colorido micromosaico que está compuesto por 660 diminutas piedras.
La serie de relojes temáticos, limitados a sólo cinco ejemplares cada uno, se presentan en una caja de 42 mm en variaciones de oro rosa y blanco de 18 quilates. Al interior, cobran vida gracias al Calibre 2460 G4/2, un movimiento mecánico automático creado por Vacheron Constantin que integra cuatro discos que indican las funciones de horas, minutos, días y fecha en ventanas separadas integradas en la esfera. Cuenta con una reserva de marcha de 40 horas.
Para quienes disfrutan el maravilloso espectáculo del movimiento, el fondo de caja de cristal de zafiro transparente ofrece una vista magnífica de la magia que sucede en su interior.
Por supuesto, las esferas y los detalles en los acabados son los verdaderos atractivos de estos ejemplares. De acuerdo con la maison, los elementos decorativos están inspirados en otras obras de arte de la misma época que la figura principal.
La marquetería de piedra, una técnica poco utilizada en la relojería, es la base de los patrones ornamentados en las esferas gracias a los fragmentos de piedras de colores que se colocan con extrema precisión.
Para crear los impresionantes micromosaicos de cada pieza, los artesanos de Vacheron Constantin ordenaron y colocaron minúsculas piedras —de 0.55 milímetros cada una— que responden a cada una de las civilizaciones antiguas a las que hacen referencia. Posteriormente, estos diseños se completaron con técnicas manuales de grabado.