Mientras que a algunos Santa Claus nos dejó debajo del árbol cosas más terrenales, lo que Frédéric Arnault encontró debajo del suyo fue un nuevo puesto dentro del conglomerado de lujo más importante del mundo, LVMH.
Las buenas noticias llegaron desde la capital relojera, Suiza, y no fue una coincidencia, pues Frédéric Arnault se ha convertido oficialmente en el nuevo CEO de LVMH Watches, siendo ahora responsable de importantes firmas como TAG Heuer, Zenith y Hublot.
Pero, ¿quién es Frédéric Arnault? El apellido habla por sí solo, pues se trata del cuarto hijo de Bernard Arnault, dueño del mismo conglomerado de lujo que tiene marcas como Dior, Louis Vuitton, Loewe, Moët & Chandon, Don Perignon, Tiffany & Co., y el hombre más rico de toda Europa.
Frédéric, que ni siquiera ha cumplido los 30 años, es el heredero de un imperio, sin embargo, no sé enfocó en los negocios desde el principio, estudiando Matemática Computacional Aplicada en la École Polytechnique, una escuela de ingeniería francesa.
Su preparación incluye formación militar que es obligatoria en École Polytechnique y domina distintos idiomas como el francés, inglés, italiano y alemán, además de ser un experto tocando el piano.
Como mencionamos su plan no era seguir con el negocio familiar, así que durante su inicio trabajó para Facebook en Nueva York, en el área de Inteligencia Artificial.
Fue hasta los 22 años cuando comenzó a trabajar en LVMH, específicamente para TAG Heuer, en donde en un comienzo se encargó de la división de smartwatches que ayudado por su edad intentaba atraer a un público más joven al mundo de la relojería, sin perder de vista su patrimonio e historia.
Su trabajo fue fundamental para el crecimiento y reconocimiento de la marca, por ejemplo, durante la pandemia se encargó del lanzamiento del Connected Watch, así como en ediciones especiales como la de Mario Bros y fue él el responsable de lograr que Ryan Gosling se convirtiera en embajador de la marca.
Su llegada augura un importante crecimiento para la división de relojería, que entre las tres marcas que comprende contribuye a alrededor de 1,700 millones de euros de los 79,200 millones que factura LVMH.
La división más rentable es la moda, sin embargo, la relojería y joyería, que tienen a Stéphane Bianchi al frente, registró un 18% de crecimiento en los últimos años.
Si bien Frédéric Arnault seguirá comprometido con los relojes, ahora trabajará de manera más estrecha en proyectos estratégicos de la mano de su padre.