Pocos relojes generan tanta curiosidad como aquellos que, aparentemente, desafían cualquier ley física o lógica humana. Tal es el caso de esta pieza, Masse Mystérieuse que, en términos de fantasía, refleja la concepción que tiene Cartier de la relojería: el tiempo es un misterio que la maison no cesa de explorar.
El Masse Mystérieuse es una pieza especial porque conjunta dos conceptos que han destacado a lo largo de los años en la horología de Cartier: el movimiento misterioso y el esqueleto.
Los relojes misteriosos hicieron su aparición en el portafolio de Cartier hace más de un siglo. De por sí técnicamente sofisticados, llevan dentro un movimiento que ha requerido un gran trabajo artesanal de miniaturización con el propósito de adaptarlo a distintos tamaños de cajas.
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Cartier Masse Mystérieuse
En el nuevo Masse Mystérieuse, la novedad reside en que la masa oscilante se convierte en un auténtico ornamento del reloj. Para lograr este efecto visual se requirieron ocho años de investigación.
El resultado es el inédito calibre 9801 MC que evita los efectos de la gravedad en la cronometría. Siendo este movimiento el resultado de un trabajo tan hondo al interior de la Manufactura Cartier, no sorprende (tanto) ver las agujas libres en el espacio interior de la caja, sin estar conectadas a ningún puente; de hecho, todo el movimiento parece flotar mágicamente.
Esto sucede gracias a las funciones del rotor, el más complejo jamás desarrollado por los maestros relojeros de la firma francesa, desde el punto de vista técnico.
Con su caja de 43.5 mm en platino 950/1000 y una corona engastada con un cabujón de rubí, el Masse Mystérieuse es un espectáculo visual en la muñeca porque, simplemente, todo en este reloj está al servicio del diseño y de la estética. La correa es de piel de aligátor semimate, color gris oscuro con opción en negro.