Hace poco que Sir Lewis Hamilton volvió a cruzar la línea de meta entre siendo uno de los primeros tres en el Gran Premio de Singapur, lo que le supuso el podio número 196 de su carrera.
Un récord que nos hubiese impresionado más, de no ser porque nos ganó la sorpresa de su tercera y más reciente colaboración con una igualmente rconocida casa de relojes suiza con la que creó el elegante IWC Portugieser Tourbillon Rétrograde.
El piloto inglés comparó la experiencia de codiseñar un reloj con la de trabajar en un coche con su equipo y resulta que no es para nada descabellado el comparativo: “Cuando trabajo con los diseñadores en el coche, puedo hacer todas las preguntas y, si surge algo de ello, eso se convierte en parte del diseño del coche, te sientes aún más conectado con él. Así que, en lugar de simplemente usar un reloj IWC y promocionar la marca, quería trabajar con el equipo de diseño y crear algo más personalizado que tuviera un poco de mi ADN y el de ellos”, dijo.
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Con el estilo sincero que se ha convertido en una de sus tarjetas de presentación, Lewis Hamilton admite que siempre le sorprende lo bien que lo recibe la industria de los relojes. “Al principio, todo el mundo es cauteloso”, dice, recordando esos momentos en la mesa de dibujo. “No saben qué tan bien funcionará, especialmente cuando se utilizan colores, pero luego las cosas vuelan.”
Se puede sentir cómo ha crecido su confianza para impulsar un estilo que sea más ‘Lewis’ (se ha hecho conocido por sus extravagantes conjuntos de carreras de fin de semana y su afición por diseñadores como Miu Miu, Tommy Hilfiger, Rick Owens y Prada). Como un vaso de whisky al final de una larga velada, sus huellas dactilares están por todo el tercer IWC que lleva su nombre.
Lewis Hamilton y su nuevo IWC Portugieser Tourbillon Rétrograde
La esfera verde azulado y la correa de tela del nuevo IWC Portugieser Tourbillon Rétrograde están extraídas directamente de la paleta del equipo de Fórmula Uno Mercedes-AMG Petronas para el que conduce desde 2013. Al mismo tiempo sólo se fabricarán 44 unidades de este reloj que, como sabrán los fanáticos del piloto, ha sido su número de carrera desde la infancia.
Ahora bien, detrás de estas capas superficiales encontramos más signos del tono de voz de Lewis Hamilton. El logotipo de los ojos de pantera a las 3 en punto es obviamente suyo, al igual que los 12 marcadores de hora de diamantes, una piedra que le gusta al hombre de 38 años (especialmente si son Tiffany).
Y todo el conjunto, de 43.5 mm x 15.9 mm, está recubierto de platino denso y brillante, un material ajeno a casi todos los ingenieros de F1 de la historia.
Es tentador preguntarse si incluir esos diamantes no es un gesto hacia el organismo rector del deporte, con quien Lewis Hamilton estuvo no hace mucho envuelto en una batalla bastante tonta por las joyas que se le permiten, o mejor dicho, no se le permiten usar en la pista.
La regla de la FIA que prohíbe las joyas en la pista había estado vigente desde 2005, pero hasta el año pasado nunca se había aplicado, y Hamilton había corrido usando aretes, un arete en la nariz y quién sabe qué más.
En el interior del IWC Portugieser Tourbillon Rétrograde, la firma relojera toma el volante con su calibre 89900 de fabricación propia, una unidad de potencia que alinea un tourbillon, un cronógrafo y un indicador de fecha retrógrado, cada uno de los cuales podría atribuirse a la experiencia de un piloto de F1 (¿un tourbillon para precisión de alta tecnología? ¿O una fecha para realizar un seguimiento del calendario de 23 carreras?).
Sus especificaciones básicas también son bastante convincentes: hay una palanca de paleta y una rueda de escape hechas de silicio recubierto de diamante, producidas mediante un método conocido como tecnología Diamond Shell.
Esto hace lo habitual del silicio de reducir la fricción y el desgaste y significa que a pesar de las exigencias que se le imponen, el movimiento continuará funcionando durante 68 horas sin rebobinado.
Los niks de IWC también pueden reconocer que hay algo más en juego aquí. Al girar el reloj, a través de su fondo de caja de zafiro, se pueden ver los puentes chapados en oro del movimiento.
Al parece IWC respondió bien a esta colaboración con Lewis Hamilton, aunque éste no atraviese su mejor momento en las pistas. “Quería llevarlo a lo más alto y hacer algo exclusivo”, reconoce el piloto. Entonces, ¿tomará el número 1 o el 44? “Probablemente ambas cosas”, dice con una sonrisa que se convierte en una mueca.
Nota publicada por ROBIN SWITHINBANK en Robb Report EE.UU.