A lo largo de su historia los relojes Omega han adornado las muñecas de diferentes héroes, y no nos referimos únicamente a James Bond, sino a aquellos de la vida real que llevaron estas piezas a ser parte del programa espacial de la NASA. Ahora, uno de los Omegas ultra raros propiedad del astronauta Scott Carpenter está en busca de un nuevo propietario.
Carpenter no solo fue astronauta, sino también un distinguido ingeniero aeronáutico, piloto de pruebas, oficial naval y aviador, aunque su trabajo más memorable fue sin duda ser uno de los siete astronautas seleccionados para el Proyecto Mercury de la NASA, el primer programa de vuelo espacial humano en los Estados Unidos, en abril de 1959.
El Omega Speedmaster de Scott Carpenter, una pieza única
Omega presentó el Speedmaster en 1957 como un modelo creado inicialmente para los conductores de carreras automovilísticas que necesitaban cronometrar sus vueltas en la pista. Pero alcanzó su estatus icónico cuando fue calificado por la NASA como una herramienta ideal para vuelos espaciales después de una intensa prueba de varios de los cronógrafos de más alto nivel de la década de 1960.
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La historia de esta pieza se remonta a la gran carrera espacial por llevar al hombre a la Luna. Una década después del Proyecto Mercury, Estados Unidos logró este cometido y para celebrarlo la NASA organizó una cena de agradecimiento a los astronautas que formaron parte clave del programa espacial.
Como parte de dicho evento histórico Omega creó su primer Speedmaster Ref. de oro de 18 quilates. 145.022 BA – principalmente porque la NASA seleccionó el Speedmaster como el reloj exclusivo para uso de sus astronautas– como un obsequio especial para los astronautas, grupo en el que por supuesto se encontraba Scott Carpenter.
El Omega Speedmaster de Scott Carpenter es uno de las 30 piezas que se fabricaron para el evento de 1969 y viene grabado en el fondo de la caja con el nombre del astronauta, la misión espacial en la que participó y la leyenda: “hacer la conquista del espacio del hombre con el tiempo, a través del tiempo, a tiempo”.
La caja de oro amarillo de 18 quilates está en perfecto estado y se conserva sin pulir, mientras que la esfera y el bisel permanecen en buenas condiciones. El reloj continúa funcionando con el calibre 861 y actualmente es el único en su tipo que se encuentra a la venta, además solo ha estado en manos del astronauta y su familia.
El astronauta Scott Carpenter falleció en 2013 y ahora su familia han decidido venderlo a través de Wind Vintage. De acuerdo con Eric Wind, propietario de Wind Vintage, este es el “santo grial” del Omega Speedmaster y aunque no es el primer reloj de un astronauta en salir a la venta – ya que en 2022 la pieza de Will Schirra fue subastado por $ 1,907,954 dólares – es una pieza única y tiene un precio de cotización de 1.5 millones de dólares.
A diferencia del modelo de Schirra, el Omega de Scott Carpenter no está en subasta, lo que significa que se entregará por orden de llegada y, al ser una pieza histórica además de colección probablemente no duré mucho tiempo a la venta.