Muchos aman el espectáculo del Sol al salir y al ponerse, pero hay quienes preferimos el show que ofrece la Luna. Arnold & Son parace ser de este equipo y para muestra está su colección Luna Magna a la que se acaba de sumar un nuevo modelo: el Luna Magna Ultimate II, presentado en el marco de los Geneva Watch Days que se celebraron la semana pasada.
Luna Magna Ultimate II
Con su caja engastada con diamantes baguette, cristales de rutenio en la esfera y la fase lunar 3D engastada en pavé, el reloj parece evocar, al menos de primera vista, la imagen de la Luna reflejada sobre una hermosa laguna de color azul versoso.
Su fase lunar en 3D resulta visible tanto por delante como por detrás, lo que brinda la oportunidad de contemplar sus 161 diamantes en pavé y las 161 turmalinas Paraiba en pavé que representan la sombra.
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Pero además de bella, estamos ante una de las complicaciones más precisas que se han desarrollado, ya que los ingenieros de movimiento de Arnold & Son hicieron todo lo posible para replicar el ciclo exacto del satélite de la Tierra que dura, completo, 29 días, 12 horas, 44 minutos y 2.8 segundos.
Además de incorporar una esfera lunar de 12 mm, una auténtica proeza técnica, el reloj maravilla con un engaste sublime, tanto por las piedras escogidas como por las técnicas empleadas. Engaste de carril, pavé o invisible…
La caja de 44 mm de diámetro, elaborada con oro blanco de 18 quilates, suma al menos 7.62 ct de diamantes de calidad excepcional. El extraordinario color de la turmalina de Paraíba, una piedra preciosa rara y muy preciada, realza la composición de este modelo azul verdoso —rozando el turquesa— exótico y refinado.
A modo de atolón, un fino anillo rodea el Luna Magna Ultimate II, compuesto por 112 diamantes de talla baguette que suman 5.90 ct y parecen rebosar del límite del bisel, dando la sensación de estar sueltos, flotando.
La luz penetra en ellos como en un prisma abierto. El engaste, denominado invisible, produce un brillo único. Asimismo, la esfera destaca por la singularidad del material que la compone, de una rareza extraordinaria. Su aspecto, que recuerda a la purpurina, se consigue por medio de millones de cristales de rutenio puro. Se trata de un metal extremadamente duro que se encuentra en las minas de platino, con el que se mezcla en un mismo mineral. No obstante, el rutenio es bastante más raro que el platino.
A las 12 horas se sitúa una esfera en el sentido más clásico del término, graduada con doce números romanos distintivos de Arnold & Son. El blanco inmaculado y ligeramente lechoso de esta subesfera excéntrica se debe al ópalo.
El Luna Magna Ultimate II se mueve al ritmo del calibre A&S1021, íntegramente desarrollado, mecanizado, ensamblado y ajustado en interno por la manufactura.
Este calibre, diseñado en torno al globo lunar, es de cuerda manual y consta de una reserva de marcha de 90 horas y un órgano regulador con una frecuencia de 3 Hz.
Lo único malo de esta auténtica proeza técnica, el Luna Magna Ultimate II, es que está limitado exclusivamente a ocho piezas a nivel mundial.