Como una muestra de la resiliencia que el pueblo taiwanés a aprendido a desarrollar a través de arte y cultura, entre otras disciplinas y ratificada por su crecimiento económico, este búnker militar convertido en galería, es un ejemplo de ello.
Más allá de los devenires políticos con consecuencias económicas, en algunos casos buenas y en otros no tanto, la llama interior de su pueblo y sobre todo de su juventud, no ha dejado de brillar.
Y este es el caso del búnker militar, hoy galería de arte multimedia, surgido tras la transformacionóde dos viejos refugios antiaéreos ubicados en Yunlin, Taiwán.
En la actualidad, estas construcciones ya dejaron de ser un recuerdo del pasado, que no sólo los chinos más nacionalistas desean olvidar.
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Este búnker militar galería, es el resultado del proyecto “Hiddenscape” llevado adelante magistralmente por los premiados arquitectos taiwaneses de SAPL.
Los diversos espacios de estas ex facilidades militares taiwanesas de la segunda guerra mundial, fueron remodelados con el apoyo del estudio asociado Tai-Yi.
Un búnker militar galería y espacio de arte
Construido en 1943, el búnker militar galería ahora invita a las personas a volver a experimentar imágenes de guerra, a conmemorar la lucha y las vidas perdidas.
El estudio trabajó en un nuevo concepto que le diera al espacio un significado resiliente que hoy sea un mensaje positivo para la sociedad china.
El reacondicionamiento de los 4,826 metros cuadrados, cuya área cubierta es de 300 m2, abarcó la reconstrucción de los refugios antiaéreos y sobre todo la limpieza de los ductos de aire.
Si bien originalmente el espacio no poseía vista a la superficie, salvo en los sectores de observación, la tarea del proyecto de restauración contempló volver a introducir luz dentro del lugar.
El refugio más grande es ahora una galería de medios, que se divide en un área de realidad virtual (VR) y otra de realidad mixta (MR).
En la sala de VR, los visitantes podrán tomar un tour multimedia que promete un pantallazo de lo que allí se vivió durante la Segunda Guerra Mundial.
Incluso la sala brinda a los visitantes la posibilidad de enviar mensajes código morse agitando las manos para registrar su visita.
En cuanto al área de RM, los visitantes pueden sentarse contra la pared y sumergirse en el pasado gracias a las imágenes proyectadas en el techo del búnker.
Por su parte, en otro sector de la construcción de concreto y ladrillo, el refugio antiaéreo más pequeño conserva el patrón espacial original de estructura.
Esto fue realizado para enfatizar el contraste entre la función básica en tiempos de guerra y el diseño renacido del hoy búnker militar galería.
En el exterior, un banco curvo y una placa cortada con láser sirven como introducción a la experiencia inmersiva que se encuentra en el interior del lugar.
En el acceso, un sector circular de pavimento invita a la gente a acceder al lugar que es un nuevo ejemplo de como Taiwán ha comenzado a reciclar todos los espacios que han sido parte de su pasado bélico.
La amenaza de China, que afirma que el Taiwán democrático es propio de ser sometido al gobierno de Beijing por la fuerza si es necesario, no ha desaparecido.
Pero lo que la sociedad sostiene es que los viejos búnkers ya no son necesarios para fines de defensa.
El caso del búnker militar galería de SAPL es uno más de muchos que se encuentran esparcidos por el paisaje de la isla, aunque no todos en el mejor estado.
Búnkers, reflejo de un conflicto presente
Algunos de estos búnkeres en realidad se remontan a cuando Taiwán era una colonia japonesa, antes y durante la Segunda Guerra Mundial.
Oportunamente fueron mejorados por las autoridades gubernamentales cuando el gobierno del Kuomintang huyó a Taiwán en 1949 después de perder la guerra civil con los comunistas.
Incluso hoy día, los agricultores utilizan los búnkers más retirados como almacenes de herramientas, mientras que algunos se han integrado a parques.
Muchos otros a lo largo de la línea costera son lugares codiciados por sus magníficas vistas del atardecer y algunos fungen como refugio de almejas.