Los aviones de pasajeros con trenes de potencia eléctricos todavía pueden ser solo un destello en el horizonte, pero el uso de biocombustibles que reducen las emisiones acaba de dar un paso de gigante hacia la viabilidad. Y es que la aerolínea americana United Airlines hizo historia recientemente cuando operó el primer vuelo de pasajeros utilizando combustible 100% sustentable.
El vuelo fue el intento de la aerolínea de demostrar que no existe una diferencia operativa entre el combustible sustentable y el combustible convencional que utilizan actualmente los aviones comerciales.
El avión utilizado para este experimento fue uno de los nuevos Boeing 737 Max 8 que tiene United. Más de 100 pasajeros, incluido el director ejecutivo de la compañía, Scott Kirby, estaban a bordo del vuelo de demostración, el cual despegó del aeropuerto O’Hare de Chicago y aterrizó en el Aeropuerto Nacional Reagan de Washington, DC, de acuerdo con la aerolínea.
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En este momento los aviones solo pueden volar con un máximo de 50 por ciento de combustible sustentable a bordo y deben mezclarse con combustible convencional, pero para este vuelo United recibió un permiso especial para usar 500 galones de combustible 100 por ciento sustentable en un motor y la misma cantidad de combustible convencional en el otro.
United espera que este vuelo exitoso abra la puerta a un mayor uso de combustible sustentable por parte de las aerolíneas. Durante el vuelo de 612 millas, el motor que usaba combustible sustentable emitía un 75 por ciento menos de dióxido de carbono que el motor que usó combustible convencional, según un tewwt de la aerolínea.
El futuro es ahora
United afirma que el combustible sustentable ya es compatible con las flotas de aviones existentes, por lo que no se necesitan modificaciones en el motor para acomodar el biocombustible.
Por supuesto, todavía faltan algunas barreras que deben superarse antes de que el uso del combustible sustentable se generalice. Además de los obstáculos regulatorios, también existe el gran problema del costo. En este momento, el combustible sustentable cuesta cuatro veces más que el combustible convencional, además de que la producción es mucho menor y también deberá aumentar drásticamente para poder cumplir con los suministros requeridos.