Hace tiempo no visitaba Los Cabos, pero al tener frente a mí el Mar de Cortés nuevamente fue sencillo recordar que Baja California Sur enamora. Su brisa con aroma a sal, la calidez de su gente, ese feeling de paraíso moderno… Todo en ella susurra suavemente al oído ‘llegaste para quedarte’.
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The Cape a Thompson Hotel
A 40 minutos del aeropuerto de San José del Cabo, se encontraba el que sería mi oasis. The Cape a Thompson Hotel da la espalda a la carretera transpeninsular y entrega una vista panorámica del océano. Es el único hospedaje en Los Cabos donde puede observarse el icónico Arco desde cualquiera de sus puntos.
A mi llegada me recibió su Lobby Bar, un espacio contemporáneo. Su glamurosa barra con acabados amaderados evoca un tranquilo bar urbano, pero al girar la vista, su concepto al aire libre -presente en todo el hotel- permite apreciar los bellos paisajes del destino.
Obra del arquitecto Javier Sánchez, el contraste entre lujo y naturaleza es una constante. El mexicano realizó una combinación perfecta entre la esencia de Los Cabos y un suntuoso paraíso, pude notarlo en los pasillos que descendían hasta su infinity pool, pues en ellos se conservó flora original del terreno en que se construyó; les llaman choyas, un cactus tradicional de la zona.
La unión con la naturaleza se vuelve aún más evidente en su Currents Spa, un centro de relajación diseñado como una suerte de laberinto. Cada una de sus líneas fue minuciosamente planeada para que se filtrara un tenue rayo de sol en sus interiores. Viví una experiencia etérea gracias a su clásico masaje sueco al ritmo místicas melodías.
El alojamiento cuenta con 161 habitaciones, todas ofrecen vista al mar y proclaman tener la tina más fotogénica de Baja. Con interiorismo de Marisabel Gómez y figuras de cerámica del artista Noe Suro, las suites se convierten en agradables espacios íntimos que rescatan la mexicanidad moderna en su decoración.
Durante mi estancia comprobé que la gastronomía es un highlight definitivo. En The Ledge los desayunos son imperdibles, The Pool Bar es una propuesta fresca con sabores orientales, The Rooftop por su parte, se ha convertido en un punto de encuentro nocturno gracias a su ambiente chic y mixología que enaltece la importancia del espirituoso base.
Cada menú ha sido ideado por el chef Victor Garrido y asesorado por Enrique Olvera, quien se hace de su propio restaurante sudcaliforniano en Manta, la joya culinaria más exclusiva del hotel donde exalta la cocina mexicana y sublima con gastronomía peruana y japonesa.
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The Cape recién cumplió tres años de actividad y su propuesta ha sido todo un éxito. El porqué es simple: es un proyecto apasionado, donde el lujo aguarda en cada rincón y se fusiona con la vida natural de Los Cabos. Todo se resume en mis últimos momentos antes de volver a casa: en un cómodo sofá, a pocos metros de la Playa Monumento, la brisa me despide y el mar me regala un amanecer de ensueño.