Si hay un estado que une lo mejor de dos mundos, ese es Baja California. Su belleza que combina el desierto salvaje, las olas del mar y las cadenas montañosas forman parte de las espectaculares vistas de Rancho Pescadero en Todos Santos, un hotel que después de tomarse un descanso de dos años está más que listo para recibir a los huéspedes.
Con un enfoque de lujo responsable y en armonía con lo que lo rodea, la propiedad está ubicada en una apacible comunidad pesquera. Desde el momento en el que entras al hotel, en donde te recibe un techo que parece gotear con enredaderas colgantes e iluminación dramática, la experiencia te invita a un viaje de autodescubrimiento y enriquecimiento personal en lo que se siente como ‘trascender a un reino de otro mundo’.
Evocando la biosfera única del estado, tu decidirás por qué camino entrar, ya sea el que está hecho de arena o el de ladrillo, en ambos casos el camino va del desierto al océano, siempre acompañado de impresionantes jardines llenos de color y espacios secretos.
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La remodelación incluye 103 suites y villas en 30 acres frente al mar. Cada una de ellas cuenta con líneas limpias, tonos neutros y texturas que hacen que la naturaleza brille aún más, incluyendo detalles de distintas partes del país.
La diseñadora local Alejandra Templeton agregó azulejos de baño de talavera hechos a manos por artesanos en Tlaquepaque, cabeceros de acero con detalles de borlas de Chihuahua, floreros de cobre de Michoacán y telas de Tijuana.
La distribución de las habitaciones permite que los huéspedes tengan asientos de primera fila para disfrutar de las vistas panorámicas al océano y patios. Mientras tanto, 12 villas se esconden entre las dunas, todas con piscina de inmersión, fogata y acceso a la playa privada.
La oferta culinaria incluye un programa etnobotánico que te invita a saborear ingredientes recogidos de la tierra, el océano y el espíritu de México, rindiendo homenaje a lo que proviene de la comunidad agrícola de Huerta y El Pescadero.
Para disfrutar de un café producido localmente la opción es Centro Café y si prefieres una cena admirando la impresionante puesta del sol, Kahal, el restaurante frente al mar, no te decepcionará.
La relajación correrá por parte de su spa y centro de bienestar de 25 mil pies con diferentes espacios que imitan desde un cenote hasta un sauna de sal del Himalaya. La zona incluye estudio reformer Pilates, pabellón de relajación, piscina olímpica, gimnasio interior y exterior y distintos rituales diarios que van de meditaciones hasta ceremonias de cacao.
Por supuesto la remodelación vino acompañada de un nuevo enfoque en el que la misión es preservar el medio ambiente local y proteger a la comunidad que rodea Rancho Pescadero. Lisa Harper, la propietario del hotel, optó por usar mucho de lo que quedó del hotel original para darle nueva vida a partir de un proceso de reciclaje, a eso se le suma una política de cero plásticos y sistema de reciclaje de aguas grises.
El costo en Rancho Pescadero inicia en 895 dólares por noche, la estadía incluye una gama de actividades de cortesía como preparación de ceviche, meditaciones al amanecer, recorridos de sustentabilidad y más. Para conocer más acerca de este hotel solo para adultos puedes ingresar aquí.