Hay veces en las que de plano no se nos ocurre ni a dónde podemos ir para tener unas vacaciones inolvidables. Seguro, hay muchos destinos en nuestra lista de: “lugares para visitar antes de morir”, pero lo que buscamos es conocer un lugar fuera de este mundo.
Por suerte, hay más de un lugar allá afuera en espera de sorprenderte tan pronto pongas pie en él. Con ustedes, los hoteles más raros del mundo.
Hotel Montaña Mágica, Chile
¿Un hotel construido en un volcán? ¿Qué podría salir mal? Aunque quizá no muchos hubieran optado por construir en un espacio así, el hotel Montaña Mágica supo aprovechar la belleza natural de su entorno para crear un hermoso hospedaje.
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Perdido entre los Andes, cualquiera que se topase con este lugar rodeado de árboles y cascadas pensaría encontrarse frente a un castillo salido de un cuento de hadas.
Costa Verde Hotel, Costa Rica
No, esto no es el desenlace de un trágico accidente aéreo, es solo uno de los peculiares recintos en los que las visitas de Costa Verde Hotel pueden hospedarse.
No conforme con contar con un solo avión, el hotel cuenta con un segundo a nivel del suelo en donde se encuentra su restaurante.
Attrap Reves, Francia
Un romántico lugar diseñado para que las parejas de todo el mundo puedan encerrarse en una “burbuja de amor”.
Si siempre has querido acampar pero las tiendas de campaña, insectos y frío no te sientan bien, esta puede ser tu oportunidad para hacerlo sin perder el estilo.
The Dog Bark Park Inn, Estados Unidos
Un bed & breakfast ubicado en Indiana puede no sonar como el destino más interesante, a menos que luzca como un perro gigante dentro del cual puedes hospedarte. Por supuesto, tus mascotas están más que invitadas.
Debemos reconocer que si no eres una persona de perros quizá esta no sea la mejor opción para ti, aun así visitar el lugar debe ser toda una experiencia.
Free Spirits Spheres, Canadá
Por qué quedarse en una cabaña tradicional cuando suspendido entre los árboles se tiene una vista mucho mejor.
El hotel, compuesto por tres esferas de madera y vidrio, se sostiene solo por cuerdas e incluso se mueve ligeramente con la brisa. No hay forma de sentirse más como un ave acurrucado en su nido que quedarse aquí.