Si su Alteza Real te invita a un fin de semana tranquilo en su castillo en Transilvania no te puedes negar, pero antes de que te preocupes no se trata del infame conde, sino del rey Carlos III, quien abrió al público las puertas de su propiedad para que te hospedes.
Escondido entre las colinas del Valle de Zalán, la propiedad incluye tres casas tipo cabaña, donde los huéspedes podrán distribuirse en siete habitaciones dobles. Para dar a los visitantes una mejor experiencia, cada una de las habitaciones está decorada con acentos que muestran la cultura tradicional de Transilvania.
El retiro incluye total desconexión, así que una vez que llegues te podrás despedir del wi-fi y la televisión, pero eso se compensa con brandy local de barril para disfrutar y comidas preparadas por un chef local que creó un menú basado en las cosechas frescas del día.
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Al llegar a tu habitación te encontrarás con una terraza privada y una sala de estar con cocina completa, a todo esto se le suma una cabaña independiente con un salón y un comedor con pozo de fuego en donde los huéspedes de la propiedad pueden interactuar mientras cocinan.
Sí, quizá las comodidades no son las mismas que en un hotel cinco estrellas, pero se compensa con experiencias al aire libre como paseos en carruajes tirados por caballos, caminatas por los senderos naturales o visitas para que compres productos locales en Viscri y una buena taza de vino caliente.
Respecto a la propiedad, el rey Carlos la adquirió en 2006 aunque lo hizo por partes, primero una de las cabañas y posteriormente la casa restante en 2010.
El castillo en Transilvania no es el único retiro que el monarca tiene a disposición, también existe la oportunidad de hospedarte en Dolphin House en Sicilia, Italia, y Dumfries House en Escocia.
Para conocer los costos y experiencias de este retiro puedes consultar la información en la página web de la propiedad.