Muchos pueden dar por sentado que todo lo que se necesita en un resort de lujo es una habitación cómoda y elegante, una agradable vista, piscinas en donde asolearse y una oferta gastronómica y de coctelería interesante, pero quienes satisfacen todas estas necesidades sin pestañear como Conrad Punta de Mita saben que este es solo el principio del camino para una experiencia inigualable.
No hace falta recalcar que es casi imposible cansarse de las vistas que Conrad Punta de Mita ofrece hacia el océano o incluso que podríamos pasar todo un día explorando el resort y aún seguiríamos encontrando detalles atractivos para nuestra vista, sin embargo, es grato encontrarte con piezas de arte que son capaces de hacer del hotel una galería.
El arte se hace presente en Conrad Punta de Mita
Este es el segundo año consecutivo en el que el hotel abre una ventana cultural hacia artistas mexicanos contemporáneos.
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El año pasado fueron David Herrera y Pablo Cobo quienes presentaron la exposición Origen, una serie de obras en alambre que reflejaban en el ocaso la cora y la cosmovisión Wixárika, contando toda una historia a partir de sus piezas que adornaban distintos espacios del hotel.
Para cerrar este 2023 viajamos hasta sus instalaciones para un nuevo proyecto mexicano traído desde Juchitán, Oaxaca, de la mano de Sabino Guisu, quien a través de su arte expresa una conversación entre la naturaleza y la cultura.
Detrás de un discurso en el que deja en claro que todos los seres humanos por el simple hecho de existir somos creativos, en su obra viene intrínseco el legado otorgado por su familia que se ha dedicado a la alfarería y ha tomado inspiración de la naturaleza y las costumbres del Istmo de Tehuantepec.
Las piezas que ahora se exhiben en Conrad Punta de Mita nos hablan del hombre y la naturaleza desde la perspectiva de rituales sagrados y la transcendencia.
8 son las obras que están por toda la propiedad, cada una igual de impresionante que la anterior, tanto a nivel de detalles como de la narrativa que Sabino busca transmitir.
Si bien en esta ocasión nos enfocamos en la parte artística de Conrad Punta de Mita, no se puede pasar por alto el resto de los aspectos que lo hacen una genialidad en cuanto a hospitalidad.
Gastronomía, relajación y mucho sol
Podemos comenzar por la gastronomía en donde figura Paleta, el restaurante/bar rodeado de albercas con una propuesta fresca e irresistible sin demasiadas complicaciones, pero con mucho sabor.
Mezquite, es el restaurante al pie de la playa desde donde se escucha el romper de las olas y en donde la parrilla al aire libre inunda cada plato, desde carnes, aves y mariscos, del resistible sabor ahumado.
Y en el cuadro de honor está Codex, la propuesta de fine dining de Conrad Punta de Mita que en un lugar un poco más escondido y después de cruzar un puente de madera y pasar por un ritual de purificación nos recibe con un espacio abierto de techos altos y vistas que son un deleite.
Codex recopila recetas deliciosas de todo el país y los lleva a la mesa de forma atractiva, contemporánea y en su punto más innovador acompañado de coctelería de autor y la mejor selección de vinos.
Obviando las habitaciones que son un sueño, lo que tampoco tiene desperdicio es Conrad Spa que desde el inicio te envuelve en un aura relajada y natural debido a la vegetación, las cabinas al exterior que parecen rodeadas por un nido y su filosofía inspirada en el arte huichol y el uso de aceites naturales y hierbas curativas para experiencias multisensoriales.
Conrad Punta de Mita recibe a sus huéspedes con exuberantes paisajes, abundante sol y un legado cultural que ahora se enmarca no solo por los detalles, la gastronomía y rituales ancestrales, sino también por el arte de mexicanos que buscan mostrarnos su visión a través de sus creaciones.