No hay frase que describa mejor a Italia que ‘dolce vita’ y Six Senses no es ajeno a esta filosofía de vida, la cual ahora se traduce en un escape para todos los sentidos en forma de un hotel de lujo en la Ciudad Eterna, Roma.
Abriendo sus puertas a un par de calles de la Fontana de Trevi, Six Senses Roma es un hotel diseñado por la arquitecta española Patricia Urquiola, quien se encargó de darle un toque terrenal y elegante que pudiera diferenciarse de los otros hoteles de la ciudad.
La entrada se ubica en la siempre bulliciosa Via del Corso y lo primero que se ve al entrar es un enorme salón en el vestíbulo con grandes vigas de hierro en el techo, sofás bajos y sillones, una barra semicircular de mármol verde, una plétora de plantas en macetas con hojas y vidrios del piso al techo y una puerta que se abre hacia un comedor en el patio.
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Six Senses Roma cuenta con 96 habitaciones divididas en dobles, suites junior y suites de uno y dos dormitorios, todas con un concepto relajante y arraigado a la herencia italiana y la tradición romana que celebra el descubrimiento epicúreo, la cultura, el bienestar y la espiritualidad.
Y bien dicen que cuando en Roma, haz lo que los romanos, razón por la que si echas un vistazo más de cerca verás el travertino, la piedra local, que está en todas partes, así como un mural detrás del mostrador que alude a los frescos.
Como parte de su compromiso con la conservación del espacio circundante, Six Senses se encargó de restaurar un par de sitios, como la fachada de su monumento vecino, la iglesia de San Marcello al Corso, así como el edificio que ahora aloja el hotel, el Palazzo Calviati Cesi Mellini.
A lo largo del palazzo restaurado, la estructura original y los detalles arquitectónicos, como los pilares, la escalera y los arcos, se encuentran con nuevos detalles contemporáneos, tonos naturales y obras de arte inspiradas en las raíces romanas.
Dentro está el restaurante elegante y cómodo Bar BIVIUMm un espacio con cocina abierta y rincones exclusivos para delicatessen. También cuenta con la terraza NOTOS, el cual cuenta con un jardín romano secreto donde se puede disfrutar de bocadillos y bebidas rodeado de un paisaje urbano panorámico.
Por último pero no menos importante está el spa, el cual cuenta con un circuito de piscinas calientes, templadas y frías inspiradas en el caldarium, tepidarium y frigidarium que se encuentran en las antiguas casas de baños romanas.