Que un hotel promoviera como una virtud el hacerte sentir en casa se me hacía, además de un lugar común, una muy mala publicidad, pues, ¿quién quiere ir de vacaciones a un sitio que los haga sentir igual que el resto de sus días en casa? Sin embargo, esa idea cambió el día que me hospedé en Celeste Beach Residences Huatulco Curamoria Collection.
Sin que intentaran vendérmelo o presumírmelo, el servicio y estructura de esta propiedad, junto con la calidez inherente al destino en que se ubica, me hicieron sentir, sino en mi hogar, sí en una ensoñadora casa de descanso, erigida sobre una paradisíaca playa privada (que en realidad es pública, aunque sólo en contadas ocasiones se note). ¿Te interesa sentirte así también? Te cuento más.
Celeste Beach Residences Huatulco Curamoria Collection.
Ubicado a unos 25 minutos de distancia del aeropuerto de este destino playero de Oaxaca, Celeste Beach Residences Huatulco Curamoria Collection es un complejo cinco estrellas que está coronado por la exclusiva playa “El Tejoncito”, cuyo difícil acceso la hace prácticamente privada, solo para huéspedes.
Video Recomendado
Su baja densidad de habitaciones, distribuidas en edificios de hasta tres niveles le brinda una atmósfera de serenidad y discreción muy disfrutable. No importa que el hotel esté lleno, no te sentirás como en un all inclusive en temporada de spring breakers.
Y eso se debe, en parte, a que mucho sucede puertas adentro, en las amplísimas habitaciones de dos o tres recámaras, para hasta seis u ocho huéspedes, que son verdaderos departamentos, donde las familias pueden desde ver la televisión en la sala, hasta organizar una carnita asada en el balcón.
El comedor también es amplio, como para alargar la sobremesa y las habitaciones lo suficientemente separadas como para no molestarse con los ronquidos del cuarto contiguo. La principal es la que tiene jacuzzi, así que habrá que ir rotando.
El lugar cuenta, además, con todo para cocinar, desde la estufa hasta el refrigerador y utencilios, incluso se puede contratar un servicio de cocineras o pedir a la habitación, ya sea de los restaurantes del hotel o los de la calle, pues estarás en el rango de entrega de cualquier plataforma, a pocos kilómetros del centro de la localidad.
Las residencias están equipadas para garantizar un descanso totalmente placentero, con un jacuzzi en la habitación principal y regaderas al aire libre, que permite tomar baños en sintonía de los sonidos de la naturaleza, terrazas que se convierten en el spot perfecto para apreciar un amanecer y el cielo estrellado durante la noche; así como muebles cómodos, cuarto de lavado, Smart TV, Wi-Fi y más amenidades.
Actividades en el hotel
Ahora bien, por muy lindas que estén, nadie viaja para quedarse en las habitaciones, así que Celeste Beach Residences Huatulco ofrece un amplio abanico de posibilidades, desde consentirse con un masaje en el spa y pasar un tiempo en sus zonas húmedas, hasta regenerarse en su estudio de yoga.
El gimnasio no podía faltar, para que todos puedan seguir sus rutinas y cuando dan ganas de un buen chapuzón está una alberca panorámica increíble que, no obstante, no le roba protagonismo al mar, donde pueden prestarte algunos juguetes como kayaks que hacen más entretenida la experiencia.
En cuanto a la propuesta gastronómica, Celeste Beach Residences Huatulco cuenta con PÜR Restaurant, que ofrece un menú fusión de la cocina tradicional oaxaqueña con elementos contemporáneos que enaltecen y consienten al paladar. Mientras que el Restaurante Manglares, por otro lado, ofrece algo un tanto más relajado, ideal para disfrutarse junto a la alberca o en la playa.
Y para una ocasión especial, se puede montar una mesa en algún otro rincón del hotel: ¡qué tal, por ejemplo, una paella a la sombra de un mangle, a unos pasos del mar!
Contacto con el destino
No obstante todas sus bondades, este hotel no sería como un hogar sino invitara a salir a la calle. Y Huatulco, ¡vaya que se torna irresisteble! Para muestra, te recomendamos salir a explorar el centro y probar algo local, desde una refrescante paleta de hielo hasta un café en el restaurante del Hotel Casa Bocana o un delicioso sandwich en Simple by MB, te aseguro que no te arrepentirás.
O por qué no meterse al mercado de artesanías para llevar, más que buenos recuerdos y fotos, un poco de mole y mezcal.
Yendo más lejos, puedes hacer un tour para liberar tortugas en el Santuario La Escobilla, entre los pueblos de Puerto Escondido y Huatulco, una actividad que no sólo ha cambiado a la sociedad local, también te hará cambiar.
Y si quieres cerrar el día con un tatuaje mental, no te pierdas un atardecer en Punta Cometa, en el cercano pueblo de Mazunte, que tiene una vibra completamente distinta, única en verdad.
Todo en un ambiente relajado, sin pretensiones, seguro y por si fuera poco, hasta sustentable, pues no está demás recordar que Huatulco es el único destino mexicano con certificación EarthCheck.
En este sentido, Celeste Beach Residences Huatulco cuenta con el programa VIAJA con Sentido, que promueve la preservación de los recursos naturales y la biodiversidad, el bienestar social y el crecimiento económico para el futuro de las próximas generaciones.
Dicho programa impulsa al hotel en la participación del cuidado de áreas verdes, reforestación y riego responsable, limpieza de playas y liberación de tortugas marinas.
Sí, dejamos para el final el punto más importante, el que te hace sentir todavía más en casa, como en familia, incluso si viajas solo: su gente. El servicio que presta el personal del hotel es tan cálido y esmerado que sientes que son tus familiares los que te reciben.
Con todos estos elementos juntos, no puedo seguir pensando que sea mala publicidad el decir que te harán sentir como en casa. En todo caso, lo malo es que ya no estoy del todo seguro que en casa me hagan sentir igual que en este hotel.