Una selección de más de 160 obras de la Colección Cartier y alrededor de cien piezas pertenecientes a la Fundación Baur serán presentadas como una oportunidad para conocer la trayectoria y visión del joyero Louis Cartier y del coleccionista Alfred Baur, así como los intentos de ambos personajes por enaltecer el arte del lejano Este. Bajo el nombre de Asia imagined in the Baur and Cartier Collections. la curadora Estelle Niklès van Osselt, experta en la cultura de China, explora las fuerzas de atracción que conectan a Cartier con Asia y el papel de la marca parisina en el descubrimiento de obras únicas de valor histórico invaluable, y fundamentales para el estudio de la cultura asiática en Europa a principios del siglo XX.
En la antigüedad, las mujeres de Japón solían denotar su elegancia a través de su peinado, ropa o en cómo el obi (cinturón tradicional) era atado a su vestido. La carencia de joyería en Japón a principios del siglo XX, llevó la elegancia a otros niveles y abrió un mundo de posibilidades para marcas como Cartier, quien innovó con la creación de un broche en forma de nudo con incrustaciones de rubíes y diamantes en forma de flores. Así, la magia de las piezas de Lejano Oriente cautivó a mujeres y expandió el universo de Cartier…
Por: Anaid Osuna Peimbert
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