Sin duda, una de las virtudes de El Palacio de Hierro, a través de sus más de 130 años de vida, ha sido su capacidad de adaptación en todo tipo de momentos, crisis, tiempos y tendencias.
Es un hecho que la reputación de las marcas se basa -en gran parte- por la experiencia que atraviesa el cliente a la hora de comprar. Desde la bienvenida y recepción, hasta visualmente en cómo cuidan la estética de los productos exhibidos y escaparates, y El Palacio de Hierro ha entendido tan bien esta premisa que lo consideran como el factor más importante, por el cuál sus consumidores han sido fieles por décadas.
Ahora bien, es una realidad que la emergencia sanitaria, tomó por sorpresa a más de una industria, y obligó a que las marcas comenzaran a ver como un aliado todo lo que respecta al mundo de las plataformas digitales.
Uno de los mayores retos para las empresas, sin temor a equivocarme, comienza en la transición hacia la digitalización, seguido por el tema de logística, pero como destacamos en un principio, la clave está en adaptarse, salir virtuosos de este cambio y adoptar este canal como una oportunidad para poder llegar a más personas y demostrar que la tecnología hoy nos acerca en todos los niveles.
El Palacio de Hierro por su parte, ya tomó medidas para cumplir con la meta de ofrecer las mejores experiencias, con una plataforma de e-commerce totalmente renovada, con un nuevo diseño, cuenta con una mejor navegación y filtros mucho más amigables e intuitivos para los usuarios.
En los centros de contacto reforzó el número de personas y actualizó todos los protocolos de capacitación para mejorar la experiencia de atención al cliente de una forma integral.
El Palacio de Hierro se afilió al programa de conciliaexpres de PROFECO desde diciembre de 2019, y a la fecha se tiene un 95% de atención de clientes vía conciliación.
Por otro lado, frente a la nueva normalidad, Grupo Palacio de Hierro puso en marcha estrictos protocolos de seguridad e higiene que llegaron para quedarse, enfocadándose principalmente en salvaguardar la salud y seguridad tanto de sus empleados, como de sus clientes y proveedores.
Entre estas medidas destacan la promoción del distanciamiento, el uso obligatorio de cubrebocas, tapetes sanitizantes, toma de temperatura y aforos limitados, entre otras.