LOEWE muestra cómo es la elegancia radical en su nueva colección masculina

Cada quien tendrá su etapa favorita de LOEWE, desde la más clásica con su creador Enrique Loewe Roessberg, la era de Narciso Rodriguez llena de pieles y accesorios o la tradicionalmente encantadora de José Enrique Oña Selfa, sin embargo, no podemos ignorar lo magistralmente interesante que la ha hecho Jonathan Anderson.

Y que no haya ni un pequeño atisbo de duda de la grandeza de cada una de las etapas de LOEWE, pero Anderson ha sido un soplo de aire fresco para la casa de moda madrileña, empezando por modificar el logo, mover el departamento de diseño de Madrid a París, poner la marca en el mapa internacional, ganarse a los fashion insiders, colaborar con las mejores celebridades y destacar de una forma preciosamente tangible la artesanía de cada creación.

LOEWE
Fotografías: LOEWE

Minimalista y extravagante, solo LOEWE podría hacerlo

Para su última colección presentada en París, Anderson da una clase magistral de cómo modernizarse y al mismo tiempo expandir los códigos de diseño de LOEWE, marcando una clara inspiración en las bellas artes, siendo minimalista y al mismo tiempo excéntrica.

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La pasarela comenzó con una audaz mesura, con modelos luciendo tocados ingeniosos, camisas arrugadas y pantalones elegantes, texturas aquí y allá y alguna chaqueta de cuero adornando un look, todo bastante tranquilo.

Es entonces cuando aparecieron las blusas brillantes con apariencia de cota de malla, los tops de nácar, blusas fruncidas de manga larga, pantalones mucho más elaborados, con enormes pliegues, botas que sobresalían por encima de los ellos, jeans decolorados, cinturones que parecían estar integrados a la cintura.

La magia es que a pesar de lo salvaje y extravagante que puede sonar, hay cierta opulencia discreta, además de mucho movimiento, haciendo que el caminar de cada modelo muestre nuevas prendas o detalles.

La moderación de la colección resalta la capacidad de Anderson para crear moda impactante con un enfoque minimalista, enfatizando la belleza de la opulencia discreta.

También los accesorios de la colección merecen las palmas, como el bolso Puzzle y el hobo suave Pebble, ambos combinándose con la estética contemporánea de la colección, sin olvidar los tocados con largas plumas que crean una línea dramática a mitad del rostro.

Al explorar la interacción de escalas, texturas y movimiento, Anderson continúa evolucionando los códigos característicos de LOEWE, creando una colección que es a la vez radical y refinada, bastante fresca.