Había una fundada sospecha de su existencia, pero el día de hoy la NASA ha hecho oficial el histórico anuncio de que sí hay agua en la Luna y es mucha más de la que se pensaba.
Aún no se sabe si puede usarse como recurso, pero confirmar su existencia, sin duda, es un factor clave para los planes futuros de exploración, según la agencia estadounidense.
Por qué es importante este hallazgo
Según lo reportó la agencia EFE, los científicos estiman que aproximadamente 40 mil metros cuadrados de la superficie lunar podrían tener la capacidad de atrapar agua, cuya presencia tendría implicaciones muy importantes en las futuras misiones de exploración, cuyo objetivo sea el de acceder a estos potenciales depósitos de hielo.
“Si estamos en lo cierto, el agua va a ser más accesible“, dijo el investigador de la Universidad de Colorado Boulder, Paul Hayne, teniendo en mente el posible establecimiento de bases lunares más adelante.
La ubicación de estas bases dependería solamente de dónde esté el agua y de la naturaleza de estos depósitos acuosos, que es determinante para saber qué tan accesibles serían para los futuros exploradores lunares.
Los expertos dicen que la confirmación de agua en la Luna podría sentar la base para una futura economía lunar.
Cómo se descubrió que hay agua en la Luna
El anunció de que hay agua en la Luna lo hizo la NASA por Internet, aunque también se dio a conocer el hallazgo por medio de dos estudios publicados en Nature Astronomy. En uno se señala la detección de agua molecular (H20) en la Luna y en el otro se estima que aproximadamente 40,000 metros cuadrados de la superficie satelital tiene la capacidad de retener el votal líquido en las llamadas trampas frías.
De acuerdo con los investigadores, el agua en la Luna se almacena en burbujas de vidrio lunar o entre granos en la superficie que la protegen del duro ambiente.
Otro de los estudios sugiere que en las áreas en sombra permanente, conocidas como trampas frías, el agua podría quedar capturada de manera permanente en forma de hielo.