Rolls-Royce se despide de los coupés con motor V12 y se acerca a su nueva era eléctrica
Fotografías: Rolls-Royce

Tras una década en el mercado mundial, el lujoso coupé V12 de Rolls-Royce dice adiós para dar paso a la era 100% eléctrica de la firma inglesa y lo hace como los grandes con el nuevo Wraith Black Arrow, una edición super limitada que rinde homenaje a uno de los autos más veloces de la historia.

Lanzado en 2013 el modelo Wraith es uno de los más importantes e influyentes jamás diseñados y construidos en Goodwood, modificó las percepciones de la firma atrayendo a clientes más jóvenes gracias a su excelente rendimiento, así como a sus innumerables referencias en torno a la música, el cine, el arte y la moda, por lo que su última edición no podría quedarse atrás.

Wraith Black Arrow

La firma automotriz de lujo ha decidido cerrar este capítulo con esta obra maestra que hace un verdadero homenaje al V12 más rápido de la historia el Rolls-Royce Thunderbolt, la extraña máquina que en 1938 alcanzó los 575 km/h de velocidad en el desierto de Utah, gracias a los dos motores de avión Rolls-Royce V12 en su interior.

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De acuerdo con la firma, en aquel entonces la brillante carrocería del Thunderbolt reflejaba los deslumbrantes rayos del sol en el desierto que no podía ser captado por los equipos de video, así que el conductor pinto una enorme flecha negra y un círculo amarillo en el lateral del auto, razón del nombre que recibe el nuevo Wraith Black Arrow.

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Por supuesto que la firma no solo iba a pintar una flecha y un círculo amarillo, llevando todo a un nivel más alto Rolls-Royce se tomó 18 meses para desarrollar el elegante acabado de pintura degradada de su último V12 –con el color Celebration Silver en la parte delantera y el Black Diamond en la trasera–, misma que a su vez se acentúa con un ribete amarillo brillante en la defensa delantera, los puntales visibles de la parrilla, la base de la icónica estatuilla Spirit of Ecstasy y las llantas.

La belleza de los detalles cubre el Wraith Black Arrow por completo, la combinación entre el negro y el amarillo pasa hasta el interior. Las cabeceras de los asientos en cuero amarillo llevan bordada una flecha estilizada, mientras que el reloj análogo del tablero muestra la velocidad máxima del Thunderbolt como testigo de la gran hazaña.

Las puertas del coupé cuentan con un acabado en madera oscura compuesto por más de 320 capas diseñadas para emular la superficie de los desiertos de sal, mientras que una representación del Thunderbolt está grabada en aluminio y colocada detrás de un cristal en el tablero.  

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Fotografías: Rolls-Royce

Para el techo, Rolls-Royce ha cocido 2 mil 117 luces de fibra óptica –la mayor cantidad que la firma ha instalado en un techo hasta ahora–, dispuestas para simular las constelaciones tal y como se verían en la fecha de 1938 en la que el Thunderbolt se coronó como el auto más veloz del mundo.

Cuando les decimos que Rolls-Royce no reparo en los minuciosos detalles del Wraith Black Arrow hablamos en serio, pues hasta el motor (capaz de llegar a 632 CV y 800 Nm) tiene su propio toque en la tapa con una placa Bespoke exclusiva que indica que este es el último V12 que se instaló en un Rolls-Royce coupé, inscrita con el monograma V12 en amarillo brillante y la leyenda “Final Coupé Collection” en negro.

El precio de este ultra exclusivo modelo aún no ha sido revelado por la firma pero seguramente la cifra supera los $343,350 dólares del Rolls-Royce Wraith estándar, lo que sí ha señalado el fabricante es que los 12 ejemplares de esta icónica colección ya tiene propietarios de diferentes partes del mundo.