Después de una semana repleta de shows, concursos y presentaciones de increíbles vehículos, el Monterey Car Week llegó a sus últimos días. Los fanáticos y entusiastas del automovilismo estaban ansiosos por al fin presenciar uno de los eventos más esperados de la semana: la subasta de un raro Porsche Type 64.
El auto, creado en 1939 por el mismo Ferdinand Porsche, es considerado por algunos como el primero vehículo del fabricante. Su producción, limitada a solo 3 unidades después de que el gobierno nazi rechazara el proyecto por no alinearse con sus principios de austeridad, le vuelve una de las piezas más exclusivas en la historia de la marca. Su venta estaba destinada a ser un éxito… o por lo menos eso se creía.
El sábado por la noche los asistentes comenzaron a llegar al salón donde el Type 64 sería subastado por la compañía RM Sotheby’s. El auto ya se encontraba presente y la emoción era palpable.
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Por fin, el subastador dio inicio a la venta. El precio inicial comenzaba en… ¡30 millones de dólares! Un precio algo elevado, pero quizá razonable para un modelo tan exclusivo y con tanto valor histórico para Porsche.
Las pujas comenzaron a subir de manera desenfrenada: 40 millones, 50 millones, 60 millones, 70 millones… todos los presentes no podían creer lo que veían. Por un momento parecía que el récord al auto más caro vendido en subasta que ganó el Ferrari 250 GTO de 1962 el año pasado al alcanzar los 48.4 millones de dólares estaba a punto de pasar a otras manos.
Todo indicaba que aquella noche se haría historia pero, apenas unos minutos después de iniciada la subasta, el evento se convirtió en uno de los peores momentos del Monterey Car Week.
El subastador echó un vistazo a la pantalla donde se mostraban las ofertas realizadas y se percató que los asistentes habían escuchado mal las cantidades que decía. En lugar de comenzar la subasta por 30 millones de dólares, el subastador la inició con 13 millones, pero no pronunció la cifra con claridad.
Los compradores en realidad estaban aumentado sus pujas por uno o medio millón de dólares, no por 10 millones como todos creían estar escuchando.
En un intento por salvar la situación el subastador declaró que la oferta real no era de 70 millones, sino de 17, pero el daño estaba hecho.
Gritos y abucheos comenzaron a llenar la sala. La confusión era tal que nadie más quiso hacer otra oferta y RM Sotheby’s no pudo vender el automóvil al no alcanzar el precio mínimo fijado por el propietario.
Aunque en esta ocasión la venta del Type 64 no pudo lograrse, la compañía asegura que intentará seguir vendiéndolo. Así que, si eres un fanático de Porsche y tienes algunos millones que te sobren, ya sabes con quién debes ir.