La simple idea de autos convertidos en enormes robots entrenados conquistó al público en los 80’s, pero en 2007 cuando llegó la primera película de Transformers dirigida por Michael Bay el mundo se volvió loco al ver a algunos de los autos más impresionantes ir a toda velocidad para luego transformarse y pelear por la supervivencia humana.
Nadie ha podido replicar la popularidad masiva que logró la franquicia, pues mientras los robots son protagonistas de mundos futuristas, los Transformers conviven con nosotros, escondidos en un Lamborghini o un Volkswagen.
Celebrando el estreno de Transformers: Rise of the Beasts nos dimos a la tarea de enlistar los autos que aún antes de convertirse en robots gigantes nos dejaron con la boca abierta.
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Chevrolet Camaro zl1 – Bumblebee
El deportivo que nos robó el aliento desde los primeros minutos de la primera película fue este Camaro zl1, que antes también era el mismo modelo pero de segunda generación de 1977.
Cubierto por la pintura amarilla clásica de Bumblebee, guardián de Sam Witwicky, este clásico muscle car tenía una franja negra tipo rally que iba del cofre a la cajuela, rines negros de alto rendimiento y en el interior vestiduras de piel negra acentuadas con costuras amarillas.
Su corazón era un motor V6 que lograba que el deportivo llegara a los 304 CV, cantidad suficiente para correr contra el tiempo y salvar al mundo.
Corvette Stingray Concept – Sideswipe
Este es el único auto de toda la franquicia que es un concepto, por lo tanto, probablemente sea el más exclusivo. El modelo fue un ejercicio de diseño de Chevrolet, pero Michael Bay pidió llevarlo a la segunda cinta.
Un rasgo distintivo de este modelo es su exotismo que se presenta en el morro largo y carrocería casi pegada al asfalto, así como las puertas de tijera, cuatro tubos de escape y enormes entradas y salidas de aire, sin olvidar la luna trasera dividida en dos.
De hecho, el modelo va a la perfección con el personaje, pues Sideswipe siempre quiere ir delante de todos, lo cual logra con un motor V8 de 6 litros.
Ferrari 458 Italia – Mirage
Para la tercera película se incluyó un modelo italiano en la lista de los Autobots, lo cual rompía con el predominio de los autos americanos vistos en las primeras dos películas.
Haciendo honor al origen del modelo, Mirage tiene un marcado acento italiano y una carrocería en el clásico Rosso Ferrari. Lo que lo hace correr es un motor V8 de 4.5 litros que es capaz de ofrecer 450 CV de potencia y pasar de 0 a 100 Km/h en apenas 3.4 segundos, nada mal para un autobot.
Saleen S281 – Barricade
Otro que también hizo su aparición en la primera película fue este Saleen S281, aunque este estaba en el bando de los Decepticons.
El modelo es un deportivo fabricado por la empresa estadounidense Saleen, Inc, y es una variante del Ford Mustang que comenzó a venderse por el 2005. Para la película se pintó con los colores de los coches de policía para sorprender a la audiencia, cuando claramente era un villano notorio.
El Saleen tiene un motor V8 supercargado de 4.6 litros que es suficiente para impulsarlo de 0 a 60 mph en menos de 5 segundos.
Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse – Drift
Durante la cuarta cinta hizo se debut un modelo francés, el Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse el cual cuando cobraba vida era Drift, un ex Decepticon ahora Autobot que un poco alejado de su país de origen luce como un samurái con todo y espadas.
Este fue uno de los autos más sorprendentes de la alineación, además de poseer una velocidad impresionante común en los deportivos de Bugatti.
Pagani Huayra – Stinger
En la cuarta película llegó Stinger que hizo la inteligente elección de que un Pagani Huayra le diera vida, un hipercoche con el que todo amante de la velocidad ha soñado y el cual está inspirado en el Dios del Viento.
Stinger es una obra maestra de diseño e ingenieria, luciendo una carrocería en color rojo sangre. Su fuerza inverosímil proviene de un motor de 12 cilindros bi-turbo de 5,980cc y es capaz de ir de 0 a 100km/h en menos de 3.5 segundos con la demoledora cifra de 700 caballos de fuerza y 737 lb-pie.
Mercedes-AMG GT R – Drift
La sorprendente capacidad de los Transformers de adoptar cualquier otro modelo funcionó para que Drift pasara de ser un Bugatti Veyron a un Mercedes-AMG para la quinta película de la franquicia.
Este autobot destacaba por el uso extensivo de la fibra de carbono y una carrocería bicolor en rojo y negro, además de su nada despreciable potencia de 585 hp extraídos del V8 twin-turbo de 4.0 litros.
Lamborghini Centenario – Rodimus Prime
Ya integrados los italianos a la franquicia tocó el turno de este Lamrboghini para la quinta película, dándole vida a uno de los personajes clave, Rodimus Prime o Hot Rod, que se convierte en el líder de los Autobots profetizado por Optimus Prime.
Un líder no pude elegir mejor auto que este Lambo Centenario, un modelo ultra limitado a solo 40 unidades que gracias a su impresionante motor V12 de 770 CV podría alcanzar los 100 km/h en 2,8 segundos y los 300 km/h en 23,5 segundos.
Porsche 911 Carrera RS 3.8 (964) – Mirage
Finalmente, para esta última entrega, Transformers: Rise of the Beasts, Mirage toma la forma de un 911 Carrera RS 3.8, un modelo de los 90’s del que solo se fabricaron 55 unidades.
Su corazón es el M64/04 RSR, atmosférico y específico para esta versión, que cubicaba 3.8 litros y rinde sobre la pista casi 330 CV.
Fotografía destacada: Porsche