Longchamp Antara se ha convertido en la insignia de la casa de moda francesa en territorio mexicano y por suerte para todos, tras una remodelación detallada, la boutique de la marca ha reabierto sus puertas con una atmósfera que te transportará automáticamente a París.
De acuerdo con la firma, la intención del nuevo diseño era crear la sensación de estar visitando el apartamento de un querido amigo en la gran capital francesa. De esta manera han proyectado el savoir-faire, así como la energía y optimismo que han caracterizado a Longchamp desde su fundación en 1948, al tiempo que se evoca la idea de que cada hogar revela la personalidad de quién lo habita.
La nueva cara de Longchamp Antara
La gran reapertura de la boutique ubicada en Antara Fashion Hall, estuvo encabezada por Jean Cassegrain, presidente global de Longchamp, quién nos platicó estar realmente entusiasmado con el crecimiento de la firma en el mercado mexicano y cómo éste se vuelve cada vez más significativo a nivel global.
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La nueva boutique Longchamp Antara recibe a sus visitantes con el distintivo símbolo del caballo a galope sobre un panel de madera iluminado, haciendo alusión como siempre al movimiento continúo y la energía que caracterizan a la firma, pero de igual forma a una era más vanguardista.
En el interior, la decoración crea un ambiente cálido y acogedor, como el de un hogar, que a su vez enfatiza la curiosidad, la creatividad y la mentalidad cosmopolita, valores que Longchamp comparte con sus clientes.
La arquitectura del espacio con una superficie de 60 metros cuadrados es destacada a través de un resplandeciente suelo de mármol italiano que se armoniza con el mobiliario en pino y roble, todo en conjunto crea un ambiente de lujo y sofisticación muy parisino.
En los muros se ha dispuesto una una serie de repisas, que aluden a los libreros de un apartamento, solo que en en la boutique en lugar de encontrar libros, fotografías y artículos del hogar encontramos exhibidas las piezas clave de cada temporada.
La sutil iluminación que emana de los candiles delimita el área del salón, donde el punto focal es un sillón otomano colocado sobre un tapete en matices verdes y rodeado por una fascinante colección de objetos únicos, piezas personalizadas, reliquias y hallazgos que recuerdan el espíritu de un gabinete de curiosidades que puedes encontrar en el apartamento de tu amigo parisino.
Por supuesto que como pieza icónica de la Maison, Longchamp Antara ha reservado un espacio exclusivo para Le Pliage. Un muro que emula un librero con líneas verticales en distintos colores, tras las cuales se encuentran una serie de nichos para almacenar los bolsos según su color, tamaño y formato.
Al igual que un departamento francés, cada detalle de la renovada boutique refleja los códigos de la firma. Desde los toques de verde oscuro, que evocan tradición y autenticidad; las salpicaduras del vibrante verde claro, que reflejan energía y modernidad y hasta la presencia de objetos del museo de Longchamp.
Todos ellos armonizados con elementos contemporáneos y piezas de arte para contar una historia e invitar a sus visitantes a descubrir más.