El sumergible de OceanGate, Titan, sufrió una implosión a una profundidad de unos 3,500 metros cuando descendía a ver los restos del Titanic, barco que naufragó a unas 400 millas en el Atlántico al sur de St. John’s.
Durante cinco días el que ahora es considerado como el primer desastre catastrófico de un sumergible en 60 años provocó un frenético despliegue de esfuerzos de rescate multinacional que incluyó a los Guardacostas de Canadá y Estados Unidos, así como a la Armada de dicho país y una empresa privada francesa con un vehículo operado por control remoto para explorar el lecho marino.
Las agencias de noticias de todo el mundo informaban que la capacidad de oxígeno era de 96 horas, así que todo se trataba de una cuenta regresiva contra el tiempo.
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Entre los pasajeros se encontraban Hamish Harding de 58 años, un aventurero y propietario de Action Aviation; Paul Henri Nargeoloet de 77 años, un veterano explorador del Titanic de Francia; el empresario británico-pakistaní Shahzada Dawood de 48 años y su hijo de 19 años, Suleman, y Stockton Rush, confundador de OceanGate, la empresa propietarios y operadora del submarino.
La Marina de Estados Unidos dice que registró un sonido ‘consistente con una implosión’, justo después de que el Titán perdiera la comunicación con su barco de apoyo el domingo.
Los rescatistas descartaron los ruidos de golpes reportados durante la semana como otros barcos en el área. Un campo de escombros con cinco piezas principales de Titán fue descubierto en el lecho marino por un vehículo operado a distancia que operaba cerca del Titanic. La Guardia Costera ha cancelado sus operaciones, aunque está dejando varias embarcaciones atrás para completar la investigación.
Alrededor de 10 sumergibles pueden llegar a esta profundidad extrema y la mayoría de ellos están diseñados para el turismo, con la capacidad de llegar a apenas 500 metros o menos.
El director de Hollywood James Cameron que se ha sumergido hacia el Titanic en más de 30 ocasiones dijo que no se sorprendió cuando escuchó la noticia por primera vez: “No se puede perder la navegación y las comunicaciones juntas sin un evento catastrófico extremo”, le dijo a la BBC. “Lo primero que me vino a la mente fue una implosión”.
El Titán es el único sumergible de inmersión profunda que no está certificado por terceros de la industria, como la Oficina Estadounidense de Transporte Marítimo o DNV, dijo a Reuters Will Kohnen, presidente del comité de sumergibles tripulados de la Sociedad de Tecnología Marina (MTS).
Titán hizo su primera inmersión a 13,100 pies en 2018, luego el sumergible llegó al Titanic en 2021. Planeaba realizar 18 inmersiones profundas este año.
En un inicio el sumergible se consideró como un diseño experimental creado a partir de titanio y fibra de carbono, pero lo cierto es que para llegar a esa profundidad los sumergibles están hecho de titano puro y acero grueso en forma esférica para resistir la aplastante presión de 3,800 metros.
La presión alrededor del Titanic es de unas 375 atmósferas, lo que significa que cada pulgada cuadrada de la superficie de un objeto experimentará el equivalente a casi 2,500 kilos de fuerza. Los expertos creen que la tripulación de Titán murió a los milisegundos de la implosión.
Will Kohnen dijo que ya había externado su preocupación hacia OceanGate debido al diseño del sumergible, además de su decisión de no certificar el sumergible, lo que se debía a que la empresa sabía que bajo esas condiciones nunca conseguiría la certificación.
Después de esto se prevé que Estados Unidos responda con regulaciones más estrictas, pues este accidente se dio debido a negligencia.
Nota antes publicada por Robb Report EUA, escrita por Michael Verdon.