Siendo el miembro más nuevo de Preferred Hotels & Resorts, Sommerro abrió sus puertas en Oslo, dándole una segunda vida a uno de los edificios más emblemáticos de la capital de Noruega: Lysverker, la antigua compañía eléctrica.
La recuperación de este espacio no solo forma el hotspot noruego de lujo más reciente, sino que implica un homenaje al patrimonio cultural de todo el país, a través de una fusión de estética neoclásica contemporánea con elementos originales que han sido cuidadosamente restaurados.
Sommerro fusiona el lujo, delicias culinarias y la historia
El estudio local LPO Architects en colaboración con el estudio GrecoDeco (con sede en Nueva York y Londres) fueron los encargados de darle al hotel un peculiar estilo art deco en el que destacan detalles como el suelo de parqué de roble, los muebles a medida tapizados con motivos noruegos típicos de los años 30 y los elegantes cuartos de baño con azulejos personalizados.
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Como si la historia no hiciera que el edificio fuera un verdadero museo por sí mismo, el director y crítico de arte de renombre internacional, Sune Nordgren, realizó una selección especial de obras de arte de artistas locales emergentes para adornar cada rincón, mismos que se complementan con obras originales y únicas del célebre artista noruego Per Krohg, que incluyen un fresco gigante y un mural en el techo.
Buscando ser un destino culinario en Oslo, Sommerro cuenta con siete restaurantes. Empezando con Barramon, un bar de tapas y vinos españoles, y Plah, un concepto que ofrece una cocina refinada a cargo del del “mejor chef tailandés” de Noruega, Terje Ommundsen.
Ekspedisjonshallen –un restaurante abierto todo el día en el antiguo vestíbulo donde los ciudadanos pagaban sus facturas de electricidad– cuenta con actuaciones regulares, un delicioso menú y un bar de cócteles en un original piso hundido que sirve bebidas inspiradas en la década de los 20s.
Para los que buscan relajarse durante la tarde está To Søstre, un elegante lugar para tomar té, mimosas y pasteles acompañados de conciertos de música clásica. El menú de té fue diseñado por el jefe de cocina ejecutivo británico, Jonathan Howell y junto a la pastelería cambiará según la temporada, con opciones dulces y saladas tradicionales.
Mientras que para saborear platos locales y de temporada con productos noruegos sostenibles y mariscos, Tak Oslo es el spot imperdible, pues también es el único restaurante en la azotea de la ciudad y te conquistará con sus increíbles vistas panorámicas.
Sommerro es el escenario ideal para transportarte y conocer la cultura de Noruega de los años 30 no solo ofreces 231 habitaciones, (con tarifas a partir de $250 USD), 56 residencias de marcas, 7 restaurantes y 6 bares, sino que cuenta con un teatro con 100 asientos, gimnasio, espacio wellness y la primera piscina, sauna y terraza en la azotea de la ciudad abiertas todo el año. Para más detalles visita preferredhotels.com