Algo llamador Línea Kárman, en el límite invisible donde termina la atmósfera y comienza el espacio, ha servido de inspiración a Rolls-Royce para diseñar su nueva creación: el Rolls-Royce Black Badge Cullinan ‘Blue Shadow’ Private Collection.
En esta región mística y etérea, el azul del cielo que vemos en la Tierra se desvanece con la negrura del espacio, creando una zona mágica de un azul oscuro intenso en el que reina el silencio.
Un mundo selecto reservado para pocos afortunados, tal como el nuevo Rolls-Royce que está disponible exclusivamente a través de las oficinas privadas de la marca y está estrictamente limitada a solo 62 ejemplares en todo el mundo.
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Rolls-Royce Black Badge Cullinan ‘Blue Shadow’ tan extraordinario como el espacio
La brillantez del nuevo modelo de la firma británica comienza con su pintura exterior Bespoke Stardust Blue que captura el azul intenso de las capas superiores de la atmósfera terrestre. La parrilla satinada y los juegos aerodinámicos del parachoques hacen referencia al acabado de los mosaicos térmicos de los trasbordadores espaciales.
Otro detalle espacial llega con la utilización de los mismos materiales que componen las naves espaciales para crear el Spirit of Ecstasy a través de técnicas de impresión 3D en titanio y terminado con una fina capa de laca azul con un tono perla y una textura granulada.
Tal como la Línea Kárman, el exterior del Black Badge Cullinan ‘Blue Shadow’ fue creado utilizando seis capas de pintura, combinando cinco tonos de azul con un negro profundo para producir un fascinante efecto tridimensional que se complementa con una última capa transparente con partículas de vidrio azul para agregar más profundidad y brillo.
Ese brillo aún más estelar llega hasta la cabina del exclusivo modelo, un intricado bordado de luna, rodeado de “estrellas”, incorpora cinco colores diferentes de hilo, cada uno aplicado con una técnica diferente para una textura distintiva, un proceso artesanal de dos días que resulta en 250 mil puntadas.
El Starlight Headliner contiene un total de 1,183 ‘estrellas’, 799 blancas y 384 azules, cada una colocada individualmente en la lona de cuero a través de orificios perforados a mano con precisión.
Por primera vez en la historia de Rolls-Royce, los asientos delanteros y traseros cuentan con una obra de arte perforada única.
El patrón de perforaciones se realiza en dos tamaños, las más pequeñas para representar la Tierra, mientras las grandes definen el mar y el espacio entre ambas representa las nubes.
Como si todo este detalle no fuera suficiente el Rolls-Royce Black Badge Cullinan ‘Blue Shadow’ se complementa con una serie de accesorios únicos obra de Bespoke Collective.