Desde el lanzamiento de la primera generación del Porsche Cayenne en diciembre de 2002 se consideraron tres variantes adicionales entre las que estaba un modelo descapotable. Sin embargo, aunque fue fabricado, el único descapotable de Cayenne se quedó guardado en el Museo de Porsche.
Con una longitud aproximada de 4,8 metros el prototipo descapotable resultó ser la variante menos convencional del modelo de Porsche, pero aún así tomaron la decisión de construirlo con un solo y justificable propósito.
Un Porsche Cayenne no funcional pero muy útil
El Porsche Cayenne descapotable no es considerado un prototipo de carrera, sino un modelo de función de paquete, es decir que, aunque no es funcional, resulta servir para evaluar diferentes criterios y así apoyar el desarrollo de otros modelos, como si los asientos son cómodos, cuál es el mejor diseño para la parte trasera y qué tan práctico es como modelo de dos puertas.
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Los diseñadores retiraron el techo de Cayenne, pero prescindieron de las medidas de rigidez de la carrocería necesarias para un convertible, por lo que resulto ser incapaz de proporcionar una conducción segura y estable. Así el convertible quedó únicamente como un objeto de exhibición más del museo de la firma alemana y nunca se planificaron pruebas de manejo.
Uno de sus detalles más curiosos es su parte trasera, de acuerdo con Porsche, en 2002 había un desacuerdo en torno al diseño, por lo que se fabricaron dos secciones diferentes. La parte izquierda tiene la luz en la parte baja, mientras que la derecha está notablemente más alta.
La tapa del maletero del Porsche Cayenne descapotable tiene bisagras en la parte delantera y trasera, por lo que puede abrirse en ambas direcciones. El techo se diseño para moverse hacia atrás sobre la barra antivuelco fija y colocarse en un pliegue Z que se abriría en la dirección opuesta. Actualmente, el techo de tela está en el baúl de la pieza del museo y debe colocarse a mano.
Si el auto hubiera llegado a producción se habrían resuelto todos esos detalles técnicos, pero Porsche decidió hacer a un lado la idea del descapotable, pues además de no ser rentable, según indica el jefe de diseño Michael Mauer, un SUV convertible es un desafío en términos de estética y forma, y específicamente este no cumplía con los estándares de calidad y forma que distinguen a la marca.
Podemos decir que el Porsche Cayenne descapotable es realmente un modelo único en el mundo y si bien no resulto como se esperaba, sí que ha sido útil para marcar el futuro del icónico modelo y la historia de la marca que podemos conocer en el museo de Porsche en Alemania. Para más detalles visita porsche.com