Hay lugares en los que se discute sobre si el cubrebocas disminuye o no el riesgo de contagios en estos tiempos y lugares donde se hace investigación para desarrollar tecnologías que ayuden a hacerlos más eficientes.
A este segundo grupo pertenece el cubrebocas del que hoy informamos, capaz, se dice, de desactivar aerosoles virales, bacterias y otras partículas en suspensión.
¿Qué significa esto, cómo funciona, quién lo produce, cuánto cuesta? De eso y más hablaremos a continuación.
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El cubrebocas que desactiva el coronavirus
Desarrollado por la empresa Bionicia, con el respaldo del Consejo Superior de investigaciones de España, el cubrebocas Proveil cuenta con propiedades viricidas que protegen al máximo a la población frente a la COVID19.
La clave de su efectividad radica en el filtro que no permite la entrada del coronavirus, gracias a la acción de la barrera mecánica de sus nanofibras que, además, lo inactivan hasta en un 97%, en dos horas.
Igualmente, en el caso de las bacterias, el filtro PROVEIL las inactiva hasta el 99.9% en tan solo tres horas.
El tratamiento antimicrobiano propio del filtro, combinado con la capacidad total de filtración frente a los aerosoles con carga viral infectiva, un buen ajuste de la mascarilla, y una pulverización con solución alcohólica de las capas internas y externas entre uso y uso, garantizan la seguridad.
Este nuevo cubrebocas es aún más ligero, por lo que resulta más fácil evacuar el calor, humedad y el CO2 y por tanto la combinación de estas propiedades convierten a esta mascarilla EPI anti-COVID19 con viricida en un producto único en el mercado, aunque en apariencia sea muy similar a otros productos.
Para mejorar tanto la sujeción como la comodidad, se introdujo el clip nasal al interior del cubrebocas, lo que aumenta su protección.
Ventajas de esta mascarilla
Según se explica en su página de Internet, la protección del cubrebocas de Proveil es mayor gracias a la barrera infranqueable que se produce entre el virus y la persona, esto porque el tamaño de poro de los filtros de nanofibras puede ser tan pequeño como el propio virus.
Asimismo, los nuevos cubrebocas contienen un viricida sólido, grado farmacéutico, que funciona por contacto dentro del filtro, en el interior, justo donde se frena el virus.
Otra de las grandes ventajas de este producto es la posibilidad de aumentar su durabilidad y seguridad gracias a su desinfección. Pues el cubrebocas puede desinfectar con pulverización de disoluciones de alcohol a 70º, mientras que con el material tradicional eso no se puede hacer debido a que pierden las cargas electrostáticas y por tanto sus propiedades de filtración.
Claro que es importante aclarar, que la mascarilla por sí sola ninguna, bajo ninguna circunstancia, puede evitar el contagio, sólo es parte de las medidas que ayuden a disminuir las probabilidades. Por ello, es fundamental tomar en cuenta el protocolo completo de protección. Y es que a final de cuentas, como dirían por ahí: “el cubrebocas sirve para lo que sirve y no sirve para lo que desafortunadamente no sirve”.