Una alfombra de arena blanca y tersa; un cielo diáfano, brillante; un mar en tonos de azul, hipnóticos y bellos; el acompasado ritmo de las olas rompiendo contra la orilla, a cuyo ritmo parecen mecerse las palmeras… Este idílico entorno es The St. Regis Punta Mita.
Todo enmarcado por una fascinante propiedad, con instalaciones que representan el lujo, tanto en el sentido más tradicional del término, como en un mucho más actual: el de la privacidad, tesoro inusual en tiempos de redes sociales y ritmo frenético.
Aquí, el tiempo parece transcurrir a otro ritmo y la charla fluye con facilidad. Nacho Figueras lo demuestra cuando comienza a hablar de su gran pasión, el polo, y cómo llegó a su vida.
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25 años después de su irrupción en el polo, Nacho Figueras es conocido como uno de los mejores jugadores del mundo en la actualidad.
El jugador argentino, que se convirtió en profesional a la edad de 17, comparte: “Este deporte te permite viajar y esa es la segunda razón por la cual me enamoré del polo”. La principal, explica, es su padre: “Empecé a los nueve años; pese a que no vengo de una familia de jugadores, mi papá me animó a intentarlo porque amaba a los caballos, y su mejor amigo era un jugador de polo”. Luego añade sin dudar: “Es un estilo de vida… mi estilo de vida”.
Nacho, cautivado con el sonido de las olas del mar en la playa de The St. Regis Punta Mita Resort, lo inspira a compartir su opinión sobre el país:
“Es maravilloso. Estoy convencido de que México tiene algunos de los lugares más hermosos del mundo. No sé exactamente qué es, pero hay algo muy especial de este St. Regis que no puedo describir en palabras: el mar es mágico, el spa es lo más relajante, los cuartos espectaculares, la vista… ¡Wow! No necesitas mucho más que esto en la vida: playa, mar y sol. Nada se compara con esto”.
