Bien dicen que nunca hay que conformarse y siempre hay que buscar ese toque extra que transforma lo bueno en extraordinario. Por eso a la hora de viajar también se deben evaluar las opciones diferentes que además de la hospitalidad de primer nivel hacen de un hotel una verdadera joya, por ejemplo, los juguetes de lujo a disposición de los huéspedes.
Sereno Hotels, Four Seasons, Althoff y The Peninsula Hotels son algunas de las propiedades más reconocidas por su excelencia en servicio e instalaciones, pero también por contar con las mejores experiencias que incluyen desde submarinos privados hasta barcos de madera y los autos más impresionantes.
Hoteles con juguetes de lujo
Históricos barcos de madera en el Lago de Como
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Enmarcado por impresionantes montañas, el famoso Lago de Como en Italia evoca por sí mismo un glamour atemporal. Con forma de Y invertida, una de las experiencias más fascinantes que ofrece este destino es recorrerlo en barco con paradas en los encantadores pueblos como Bellagio, Lecco, Como y Torno.
Il Sereno Lago di Como, una de las propiedades de Sereno Hotels, eleva las apuestas al poner a disposición de sus huéspedes cuatro barcos de madera que la empresa Cantiere Ernesto Riva –reconocida por fabricar de manera artesanal este tipo de embarcaciones desde 1771– ha personalizado exclusivamente para el hotel.
La flota de juguetes de lujo de Il Sereno incluye dos Jettos (o lanchas rápidas), una Grand Vaporina —el llamado Rolls Royce del mar— y una copia única de la Inglesina de 1883, una embarcación a remo que alude a las clásicas góndolas venecianas.
Submarino privado en las Maldivas
Si de pequeño también soñaste con navegar en un submarino y recorrer los misterios del mar el Four Seasons Resort at Landaa Giraavaru en las Maldivas es tu destino ideal para hacerlo realidad.
El complejo que fusiona a la perfección el bienestar, la responsabilidad social y una sobresaliente oferta de hospitalidad con bungalows sobre el agua, invita a sus huéspedes a una aventura en el fondo del océano Índico, a través de un submarino privado que les permite disfrutar de vistas privilegiadas de la vida marina local.
Con capacidad para tres personas, puede descender hasta 36 metros de profundidad, mientras un guía experto comparte en tiempo real interesante información acerca del ecosistema.
Juguetes de lujo clásicos sobre ruedas
El Grandhotel Schloss Bensberg es una propiedad histórica alemana que, con una inversión de 75 millones de euros, pasó de ser un pabellón de caza a un elegante hotel contemporáneo inaugurado en el año 2000.
Con exuberantes habitaciones y jardines, este complejo ofrece una de las experiencias más exclusivas de la región, a través de su colección de autos convertibles clásicos, entre los que destacan un VW Beetle de 1973, un VW Karmann Ghia del año 1969 y un Mercedes 500 SL de 1985.
Flota de Rolls-Royce personalizados
Cumpliendo con la exigencia de juguetes de lujo en Asia, The Peninsula Hong Kong, el sofisticado edificio de estilo art déco con vistas al puerto Victoria e inaugurado en 1928, pone a disposición de sus huéspedes toda una flota de Rolls-Royce personalizados exclusivamente para la prestigiosa cadena hotelera, incluyendo su elegante e icónico color verde Brewster, registrado por el grupo.
La firma mantiene una estrecha relación con el fabricante automotriz inglés desde 1970 y en diciembre de 2006, The Peninsula Hong Kong incorporó a su portafolio 14 nuevos Phantom Extended Series –parte de los 70 Rolls-Royce distribuidos en todas las propiedades de The Peninsula Hotels–.
Los nuevos modelos Phantom se fabricaron a mano en Goodwood y cuentan con detalles únicos como una caja térmica para toallas de mano, un maletero más grande y un control para el aire acondicionado en el reposabrazos trasero, así como un sistema de iluminación y entretenimiento envolvente con 15 altavoces y dos pantallas de 12 pulgadas. Además del tradicional color verde Peninsula, todos los autos de su flota presentan interiores beige y mesas plegables de nogal en el asiento trasero.
Así que aquí tienes algunas opciones para pasar unas divertidas vacaciones de verano en distintos rincones del mundo, eso sí, a todo lujo.